Las carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda son unos de los espectáculos ecuestres más impresionantes del mundo porque el hipódromo es la propia playa de este municipio gaditano.
Las carreras de caballos de Sanlúcar se suelen realizar en agosto, divididas en diferentes «ciclos» dependiendo de la marea de la playa, y suelen ser a primeros y a finales de mes. Estas carreras se dividen en ciclos porque las carreras se realizan en marea baja porque necesitan toda la arena posible para realizar estas competiciones.
Si quieres saber cuándo se celebran estas carreras de caballos de Sanlúcar, lo mejor es que te informes en la página de la «Real Sociedad de Carreras de caballos de Sanlúcar de Barrameda» porque son los encargados de organizarlas.
Estas carreras de caballos de Sanlúcar están integradas en el circuito nacional (junto a las que se celebran en San Sebastián, Sevilla y Mijas y por tanto reguladas por normas oficiales) se realizan desde el año 1845 y son las más antiguas del Turf nacional.
Como estas carreras de caballos se realizan en la desembocadura del río Guadalquivir, en su singular entorno del Parque Nacional de Doñana con playas, marismas y toda clase de encantos gastronómicos, han sido declaradas Evento de Interés Turístico Internacional.
¡Sobre todo porque no hay que pagar entrada para poder ver las carreras de caballos!
Las carreras de caballos se pueden ver desde el recinto oficial (donde se encuentran las cuadras, las zonas de calentamiento, bares, gradas, apuestas oficiales, pantallas gigantes, etc.) o desde la propia playa de Sanlúcar.
Yo, que he probado ver las carreras desde el recinto o desde la playa lo tengo claro. ¡Es mucho más divertido verlo desde la playa!
Además, durante las carreras, hay opción de realizar apuestas deportivas. Si bien es cierto que existen las oficiales, las apuestas más divertidas son las que realizan en la playa los niños con sus casetas.
Y es que, varios minutos antes de que empiecen las carreras, empiezan a llegar grupos de niños con casetas realizadas a mano y se van poniendo siguiendo la trayectoria de la carrera (hay hasta un concurso a ver qué grupo de niños o familia tienen la caseta más bonita).
Desde su caseta marcan una gran línea que llega a la pista de arena el para ellos el caballo ganador es el caballo que pasa primero por delante de su caseta. No saben (ni les importa) quien ha ganado la carrera. ¡Lo importante es quién ha pasado primero por su línea!
Las apuestas en las casetas no superan el euro y los premios suelen ser cosas realizadas a mano. ¡De verdad que es muy divertido el ambientillo que se forma allí!