En mi reciente viaje por Andalucía, y dada la cercanía con Málaga, decidí realizar una excursión de medio día al pueblo gaditano de Setenil de las Bodegas (y empleé la otra mitad del día en Ronda -Málaga-, que se encuentra a unos 15 km).

Setenil de las Bodegas, a parte de ser famoso por pertenecer a la ruta de los pueblos blancos, es famoso por su pintoresco casco urbano (incrustado en la roca del tajo del río Guadalporcún), porque fue nombrado como 2ª Maravilla Rural 2016 por Top Rural y porque pertenece a la asociación de los «Pueblos más bonitos de España«.

Ruta por Setenil de las Bodegas

Llegué pronto a Setenil de las Bodegas, el viernes 29 de septiembre, y me encontré un mercadillo que cruzaba toda la ciudad y aprovechaba la sombra que producían las rocas como toldos.

Me hice el interesado por una prenda y pregunté hasta que hora iban a estar: «nos vamos sobre la 13:00h, que el sol azota demasiado fuerte ya…». «Perfecto», pensé.

Subí a la parte alta del pueblo, donde se encuentra el Ayuntamiento, con una mini Oficina de Información.

Allí me suministraron una hoja con un mapa impreso y, a boli, me trazaron la ruta que debería seguir para ver las casas cueva de Setenil.

Yo, que no suelo ser muy avispado, tuve un momento de lucidez y decidí aprovechar para visitar la parte alta del pueblo, donde se encuentran, entre otras cosas, la Plaza de Andalucía, el Castillo de Setenil (una fortaleza nazarí del siglo XIII), la Torre del Homenaje y gran parte de los miradores (Mirador del Lizón -a los pies de la torre del Homenaje- y el Mirador de la Villa -en la plazoleta de la Iglesia Mayor-).

Destaco sobre el resto, las vistas de Setenil que se obtienen desde lo alto de Torre del Homenaje. ¡De alucinar!

Habiendo visitado la parte alta de Setenil de las Bodegas (y sabiendo que ya habrían recogido el mercadillo), decidí que ya era hora de bajar al casco urbano, declarado como conjunto Histórico-Artístico en 1985.

Casas cueva de Setenil de las Bodegas

Encaré la Calle Herrería por unas sinuosas y pequeñas escaleras que salen desde la Plaza de Andalucía, en el hueco que forman el Restaurante Palmero y el Restaurante Domínguez.

Ese fue mi primer contacto real con las rocas que asoman sobre los tejados de las casas y, tengo que confesar que impresiona bastante.

Llegué hasta la Calle Mina, donde me encontré con la Casa La Vega de la Calle Vega. Allí se encuentra un puente que cruza sobre el río Trejo hasta la Calle Jabonería.

Subí por la Calle Jabonería hasta que me di cuenta de que había cambiado de nombre y ahora me encontraba en la Calle Cuevas del Sol. Como su propio nombre sugiere, la Calle Cuevas del Sol es una de las más impresionantes de Setenil de las Bodegas.

Además, y gracias a dos puentes, la Calle Cuevas al Sol enlaza con la no menos impresionante Calle Cuevas a la Sombra que acaba cambiando de nombre y siendo la Calle Cantarería Baja. 

¿Dónde comer en Setenil de las Bodegas?

Entre subir y bajar y esperar a que desmontasen el mercadillo, entró el hambre y decidí tomar una tapa en la Cafetería Sol y Sombra de la Calle Cuevas a la Sombra (tripadvisor). Además de vistas y ubicación, tienen un flamenquín que quita el hipo (y todo el hambre que lleves).

Incluso cuando entré al WC, aluciné con el interior de la cafetería.

Para comer, elegí el restaurante mejor valorado de Tripavisor y esperé la cola en el Restaurante La Tasca (tripadvisor). No sé si fue por el flamenquín que me había comido hacía un rato (o por haberme pedido un mix de pescaíto frito) pero el restaurante no me dijo nada. Ahora, leyendo los comentarios, veo que varias personas nos encontramos igual.

Mejor si hubiese comido en el Sol y Sombra…

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