Debo de ser las pocas personas que no han ido nunca a las fiestas de San Fermín pero no soy muy fan de las aglomeraciones. En cambio, considero que hay tanto que ver en Pamplona que he visitado la ciudad en varias ocasiones, tanto en visitas de día, como haciendo noche e, incluso, gracias al Camino de Santiago (yo llegué después de los 22km que separan Zubiri y Pamplona). Todo esto es, totalmente personal.
La provincia de Navarra tiene lugares increíbles y su capital, consiguió enamorarme (sobre todo me gustó la ruta de las murallas, el Parque de la Taconera y todo lo referente a los pintxos de Pamplona).
Estos murales, ubicados junto al Ayuntamiento y Plaza Consistorial creo que hacen un buen resumen de todo lo que tiene que ver Pamplona – Iruña.
Índice de contenido
- Qué ver en Pamplona
- · La Catedral Metropolitana de Santa María la Real
- · Iglesia de San Saturnino
- · Plaza del Castillo
- · Ayuntamiento de Pamplona y Plaza Consistorial
- · Encierro de San Fermín
- · Monumento al Encierro
- · Casco Viejo de Pamplona
- · Museo de Navarra
- · Ruta de las murallas
- · Puente de la Magdalena
- · Baluarte del Redín
- · Ciudadela de Pamplona
- · Jardines de la Taconera
- · Parque Yamaguchi y planetario
Qué ver en Pamplona
· La Catedral Metropolitana de Santa María la Real
La Catedral Metropolitana de Santa María la Real (sXIV) es un conjunto eclesiástico único por tratarse del complejo catedralicio más completo que se conserva en España:
Además de las edificaciones habituales de otras catedrales como iglesia, claustro y sacristía, la Catedral de Pamplona también conserva la cillería, refectorio, sala capitular y dormitorio, que son propias de la vida común del cabildo y que en otras catedrales se han ido derribando con el paso de los años.
La Catedral Metropolitana de Santa María la Real es uno de los lugares que hay que ver en Pamplona porque destaca por:
- Claustro: considerado una maravilla del arte gótico europeo y mejor claustro del sXIV.
- Cocina: uno de los 3 únicos ejemplos de cocina gótica en Europa.
- Fachada principal: una de las obras más puras y representativas del neoclasicismo en la península.
Visitamos Pamplona durante el Camino de Santiago (tras la etapa CS2: Zubiri – Pamplona) y no pudimos ver la Catedral de Pamplona por dentro por las medidas Covid.
· Iglesia de San Saturnino
La iglesia de San Saturnino (también llamada de San Cernin) se ubica junto al ayuntamiento de Pamplona y debió levantarse entre los años 1180 y 1200, aproximadamente.
Sus 2 altas torres (que alcanzan una altura de 55m) delatan que no solo fue un centro religioso, sino que en sus orígenes también fue una fortaleza militar y defensiva.
Las 2 torres estuvieron almenadas hasta el siglo XVIII pero se suprimieron con las reformas barrocas realizadas en todo el templo.
El interior del templo es de una única nave muy amplia, con una bóveda sexpartita, dispone de capillas entre contrafuertes (destacando la Capilla de la Virgen del Camino, Señora y Reina de la ciudad -estilo barroco-) y un coro elevado a los pies.
Junto a este edificio, en el cruce de las calles Jarauta, calle Mayor y San Saturnino, se encuentra una placa que recuerda el «pocico», lugar en el que el obispo Saturnino bautizó a los primeros cristianos de la ciudad.
Hasta hace poco, y mucho más ligado a mi visita a Pamplona, fue un albergue de peregrinos de la ruta jacobea del Camino de Santiago.
· Plaza del Castillo
La Plaza del Castillo se puede considerar el centro neurálgico de la vida social pamplonesa. Además de ser uno de los lugares importantes que hay que ver en Pamplona, esta plaza es el nexo de unión entre la zona antigua y la parte nueva de la ciudad (Segundo Ensanche) y gran parte de los bares con mejores pintxos de Pamplona se encuentran por esa zona.
La plaza se configuró urbanísticamente entre los siglos XVI y XVII y como se fue cerrando con la construcción sucesiva de edificios, tiene un estilo uniforme (diferentes épocas, diferentes alturas y diferentes anchuras).
El centro de la plaza está ocupado por un quiosco de música de 18m, elevado sobre un tambor escalonado con cúpula sostenida por columnas jónicas.
El nombre de la Plaza del Castillo le proviene de los castillos que allí se edificaron allí a lo largo de la historia: primero en el siglo XIV por el rey de Francia y Navarra (Luís el Hutín) y posteriormente, en 1513, por Fernando el Católico utilizando las piedras del castillo del siglo XIV.
· Ayuntamiento de Pamplona y Plaza Consistorial
El Ayuntamiento (y su Plaza Consistorial) es uno de lugares que hay que ver en Pamplona porque es tan famoso que, una vez al año, aparece en todas las televisiones del mundo:
¡El 6 de julio, a las 12:00h, desde el balcón del Ayuntamiento se lanza el chupinazo que da comienzo a las fiestas de San Fermín!
En la misma ubicación se han sucedido varios edificios. En 1753 se derribó el primitivo y se construyó uno realizado por el arquitecto Juan Miguel Goyeneta y fachada rococó de José Zay y Lorda. Esta fachada aún se conserva con varias modificaciones posteriores (balconaje de hierro y esculturas barrocas).
En 1951 se derribó completamente el interior (haciendo desaparecer una espectacular escalera barroca) y fue totalmente reconstruido.
Además, en el edificio contiguo al Ayuntamiento se ubica la Oficina de Turismo de Pamplona, lugar ideal para empezar la visita a la ciudad y pedir recomendaciones.
Cuando ves el chupinazo en la tele da la sensación de que la Plaza Consistorial es enorme pero, una vez allí, no te entra en la cabeza como puede juntarse (y entrar) tantas personas.
· Encierro de San Fermín
El encierro es uno de los actos más conocidos de las fiestas de San Fermín:
Entre los días 7 y 14 de julio, a las 8 de la mañana, se mueven los toros desde los corrales (donde han pasado la noche) hasta la plaza (donde serán toreados).
Este «movimiento» de toros se realiza en carrera, donde los «mozos» corren delante de los 6 toros (y 6 cabestros -o mansos- que ayudan a que sigan el trazado de 849m).
A pesar de que sus orígenes se remontan a la Edad Media, la fama mundial del encierro de San Fermín está vinculada a la difusión que les dio el escritor Ernest Hemingway mediante su libro «Fiesta».
Momentos antes de las 8 de la mañana, y mientras los toros esperan en los corrales, los mozos le piden ayuda a San Fermín en la cuesta de Santo Domingo para que la carrera sea lo más limpia posible.
A San Fermín pedimos
por ser nuestro patrón,
nos guíe en el encierro
dándonos su bendición.¡Viva San Fermín! ¡Viva!
Gora San Fermin! Gora!
Una vez terminado el cántico, un chupinazo alerta de la apertura de los corrales y los 6 toros y 6 cabestros, que sirven como guía y también cumplen una función tranquilizadora, comienzan su recorrido:
Salen de los corrales, suben la cuesta de Santo Domingo hasta llegar a la plaza Consistorial (plaza del Ayuntamiento) donde giran por la calle Mercaderes, para acceder a la calle Estafeta que conduce finalmente por el tramo de Telefónica hasta el callejón que entra a la plaza de toros. En total, 849m y un trayecto de unos 2-3 minutos.
Es interesante realizar el trayecto del encierro a pie siguiendo las placas que existen en cada uno de los puntos relevantes. Además, cada placa tiene información de la historia del encierro y ayuda un poco a conocer la historia que hay detrás.
· Monumento al Encierro
El monumento al encierro, ubicada en la avenida Roncesvalles (nuevo guiño al Camino de Santiago), es una obra del escultor Rafael Huerta realizada en bronce.
En sus 11m de largo y 4m de ancho, Rafael ha sido capaz de inmortalizar una carrera frenética de 11 mozos que tratan de conducir la manada de 6 toros y 3 cabestros.
· Casco Viejo de Pamplona
La antigua ciudad de Pamplona se desarrolló desde época romana en la zona que hoy día conocemos como La Navarrería y poco a poco se fue extendiendo hasta donde la orografía le permitió (el río Arga hace de frontera al norte).
Quieras o no, el Casco Viejo es una de las cosas que hay que ver en Pamplona porque en él se encuentran los principales monumentos de la ciudad (gran parte de lo mencionado hasta ahora en este post).
Actualmente, el Casco Viejo de Pamplona es el corazón de la ciudad, se ubica en la porción más alta de la meseta y es totalmente peatonal, ideal para poder recorrer su trazado medieval con calma la zona.
Sobre la cuesta de Santo Domingo se encuentra el Museo de Navarra. El museo, ubicado sobre el antiguo hospital de Nuestra Señora de la Misericordia. es museo desde 1956 y da un repaso al arte e historia de Navarra desde la Prehistoria hasta nuestros días.
Sus piezas más destacadas son el retrato del Marqués de San Adrián (pintado por Francisco de Goya), los antiguos capiteles románticos de la antigua Catedral de Pamplona, la arqueta mozárabe de Leyre o el mosaico romano del Triunfo de Baco (datado en el s.I), entre otros.
· Ruta de las murallas
Pamplona sigue conservando unas 3/4 partes de su perímetro amurallado original, lo que supone un total de unos 5 kilómetros de muralla.
El conjunto amurallado ha sido declarado como Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural y la ruta de las murallas es un paseo ideal para ir bordeando la ciudad y descubriendo miradores.
Además, en la ruta de las murallas se recorren los portales que daban acceso a la ciudad antigua y en vez de cruzarlos por abajo, se pueden recorrer por arriba y descubrir sus garitas.
· Puente de la Magdalena
El Puente de la Magdalena fue construido en el siglo XII y ha sufrido varias modificaciones durante su historia (la más importante en el gótico – siglo XV).
Su nombre proviene del barrio en el que se encuentra a lo largo de la historia son miles de peregrinos los que han cruzado el puente románico realizando el Camino de Santiago.
· Baluarte del Redín
Al Baluarte del Redín se le consideraba como el punto mejor defendido y de más difícil acceso de todo el conjunto amurallado de Pamplona. Su forma estrellada permitía que los cañones cubrieran todos los ángulos de tiro.
Actualmente, el Baluarte del Redín es la única parte de la muralla que se mantiene como fue concebida y ejerce de fabuloso mirador (se pueden ver los Barrios de la Rochapea y San Jorge).
· Ciudadela de Pamplona
La Ciudadela de Pamplona es una fortificación de uso militar construida entre los siglos XVI y XVII.
Gran parte del recinto se mantiene en pie y, desde que perdiese su carácter militar en 1964, sus aproximadamente 280.000m² (entre edificios y jardines) actualmente son lugares públicos utilizados para ocio, deporte y cultura.
La Ciudadela de Pamplona está considerada como el mejor ejemplo de arquitectura militar del Renacimiento español y uno de los más destacados conjuntos defensivos de Europa. Prueba de ello son la inclusión en la categoría de Monumento Histórico Artístico Nacional y el premio de Patrimonio Cultural de la Unión Europea (2012).
En 1571, en pleno asedio del ejército francés, el rey Felipe II mandó construir la Ciudadela para proteger Pamplona del enemigo. Idearon un sistema defensivo basado en la teoría del Renacimiento italiano y que se había puesto en práctica poco antes en la ciudad de Amberes.
El recinto tiene una planta de forma de estrella de 5 puntas y desde cada una de ellas se controlan todos los posibles ángulos de ataque. Incluso 2 de esas puntas estaban dirigidas hacia el interior de la ciudad.
· Jardines de la Taconera
Con sus 90.000m² y ubicados en torno a las murallas y muy próximos al Casco Antiguo, los jardines de la Taconera constituyen uno de los lugares más hermosos de Pamplona.
En los planos de 1719 de la ciudad ya aparece la Taconera como espacio verde y, además de estar siempre abierto al público, alberga en sus fosos un pequeño zoo con animales en semilibertad.
· Parque Yamaguchi y planetario
El parque Yamaguchi es una zona verde ubicada en el centro de Pamplona con claros guiños orientales. Tanto es así que su nombre proviene de la ciudad nipona de Yamaguchi con la que Pamplona está hermanada desde 1980 como recuerdo de la evangelización de aquel país por San Francisco Javier (patrón de Navarra).
En 1997, varios paisajistas japoneses diseñaron los 85.000m² en el que, en uno de sus extremos, se encuentra el planetario.
El planetario de Pamplona que, a pesar de ser el mayor del mundo por su bóveda celeste, es más conocido por su enfoque educativo.