Soy un enamorado de las playas y de las piscinas en general, pero las piscinas naturales me vuelven loco. El año pasado visité en Mallorca la piscina natural de Cala d’Or y este año he recorrido las piscinas naturales de Charco Azul y La Fajana de la isla de La Palma.

La piscina natural Charco Azul y la piscina de La Fajana se ubican al norte de la isla y, como la orografía de La Palma hace difícil bañarse directamente en el mar, esta es una de las mejores opciones para darse un buen chapuzón (no así para tumbarse y tomar el sol).

A pesar de lo que pueda parecer (están separadas por escasos 10km), estas 2 piscinas naturales son muy diferentes entre sí. Solo comparten que utilizan el agua que entra del mar Atlántico, que estas piscinas están entre rocas y que es complicado tumbarse a tomar el sol.

· Piscina natural Charco Azul

La piscina natural Charco Azul se encuentra en la localidad de San Andrés y Sauces, al noreste de la isla de La Palma. Una de las primeras cosas que impresionan antes de llegar a esta piscina natural es la carretera llena de plataneras. ¡Es como adentrarse en la jungla!

El parking me pareció pequeño aunque, realmente, la piscina tampoco es excesivamente grande y no entra mucha más gente de la que pueden traer los coches que allí entran (hay personas que llegan andando por algún sendero -sobre todo, y según he leído, por el Sendero de Marcos y Cordero-).

Según bajas la cuesta que te lleva desde el parking encontramos una mini piscina natural ideal para una pareja. Una piscina privada pero con muy poca intimidad… ¡Solo para valientes!

La primera impresión del Charco Azul es impresionante: enseguida se ve que no es una piscina natural común y que han construido alrededor de ella unas instalaciones espectaculares (aseos, vestuarios, duchas -cuestan 50 céntimos-, socorrista, chiringuito -ideal para tomar una cervecita y pescado del día-, etc.).

La piscina natural Charco Azul se abastece de agua directamente del mar Atlántico desde uno de sus extremos pero, lo que realmente la hace única a esta piscina son sus saltos: a ambos lados de la piscina existen unas pequeñas plataformas para saltar al agua.

No es mucha altura (sobre los 3 metros), pero es suficiente para que más de uno se lo piense dos veces… ¡Yo me lo pasé como un niño!

Si no eres tan valiente, la piscina tiene otras entradas más normales y, además, posee un chorro de Spa. Esto, y que me dio la sensación de que el agua era muy salada y flotaba mucho, harán de esta una experiencia única…

A pesar de que esta piscina tiene socorrista, no es adecuada cuando hay mala mar porque el agua entra muy brava. Por ello, y pensando en los más pequeños, han creado fuera otra piscina adaptada. Así no hay ningún tipo de problema.

¡Una piscina para todo el mundo!

· Piscina natural La Fajana

La piscina natural de La Fajana se encuentra en la localidad de Barlovento, al noreste de la isla de La Palma. 

Estas piscinas disponen de un gran aparcamiento que cumple también con las funciones de mirador hacia la piscina. Desde lo alto se puede observar una vista panorámica del complejo y de los acantilados que la rodean. Si el mar está un poco «picado», es alucinante…

La Fajana se compone de 3 piscinas: una piscina pequeña, una piscina mediana y otra piscina bastante mayor que el resto.

La piscina más pequeña de todas es la que posee una cascada bastante hermosa que activan en época veraniega y que se suele usar a modo de Spa (cuando fuimos nosotros no estaba activa). La piscina mediana nos pareció la más sosa al llegar, pero al irnos vimos a bastante gente dejando que los pececillos les chuperreteasen los pies. La piscina más grande nos pareció la más divertida porque tiene el agua más transparente, el fondo es rocoso y tiene una abertura por la que está continuamente entrando agua (y pececillos) procedente del Atlántico.

Bajo el mirador, y cerca de la piscina grande, existe una zona que se adentra en unas grutas que es ideal para dejar nuestras pertenencias (o estar un poco a la sombra).