A pesar de que es una ciudad inmensa, es muy factible visitar Ammán en un día porque todo lo que hay que ver está relativamente cerca.

No soy muy partidario de dedicarle poco tiempo a las ciudades, pero se puede recorrer la capital de Jordania en un día y ver gran parte de los atractivos más importantes de la ciudad. Así se puede dedicar el resto del viaje a recorrer Jordania.

Como explico en el post en el que muestro mis trucos para organizar un viaje a Jordania, quise visitar Ammán en 1 día porque utilicé la capital jordana como campamento base para recorrer por mi cuenta gran parte del norte del país. 

Mirándolo con tiempo, desde Ammán se pueden contratar tours organizados para recorrer Jordania entera (norte, sur y/o excursiones concretas).

 · ¿Dónde dormir en Ammán?

Quería que mi hotel en Ammán tuviese piscina (porque preveía que la mayoría de días iba a llegar reventado) y que no estuviese lejos del centro histórico. Al final, entre los hoteles de Ammán que cumplían los requisitos, me decanté por el Kempinski Hotel Amman Jordan.

 · ¿Dónde comer en Ammán?

Patricia estuvo en Ammán visitando a un amigo que vivía allí, y tenía buen recuerdo del Restaurante Jafra Café. ¿Quién era yo para llevarle la contraria? Fui, probé y me encantó.

El Jafra Café se ubica en el centro de Ammán, tiene menú en inglés, WIFI y una comida exquisita. Disfruté con varios de sus platos y es un lugar ideal para reponer fuerzas para visitar Ammán. (Tripadvisor)

Para degustar la repostería jordana me dirigí a uno de los locales de Habiba Sweet. Puedes entrar, observar, OLER y luego pedir lo que quieras.

Todo lo que probé saciaba bastante porque era muy dulce, pero me quedo con los Kunafa (una masa parecida a los fideos, con queso, mantequilla, azúcar y limón). (Tripadvisor)

Si el sol pega fuerte en Jordania, una de las cosas que más me ha gustado de Ammán (y de Jordania en general), son los granizados de limón y menta. No he probado nada más refrescante hasta la fecha y te los puedes encontrar casi en cualquier lugar…

Visitar Ammán en 1 día

Gran parte de lo que hay que visitar en Ammán se encuentra ubicado en el centro histórico de la ciudad, pero mi visita empezó en las afueras, porque quería visitar la Mezquita del Rey Abdalá I.

· Mezquita del Rey Abdalá I

La Mezquita del Rey Abdalá I es la única mezquita visitable para no musulmanes de Ammán, siempre y cuando no haya oración. Por eso decidí que fuera la primera parada del día porque sabía que no iba a haber rezo.

La visita a la Mezquita del Rey Abdala I empieza fuerte, porque todo el mundo te manda a una tienda de souvernirs que se encuentra en la parte baja de la mezquita. Yo, acostumbrado a Marruecos e India, pensaba que lo que querían hacer era venderme algo. Pero no. Nada más lejos de la realidad.

La entrada para la Mezquita del Rey Abdala I se compra en la tienda de souvernirs que se encuentra bajo la propia mezquita. Tras comprar la entrada, dirigen a las mujeres a una habitación donde elegir y ponerse una túnica y un pañuelo (si no pueden o no saben, las chicas de la tienda de souvenirs les ayudan). Una vez vestidos para la ocasión, accedemos a la Mezquita del Rey Abdala I por unas escaleras interiores.

La Mezquita del Rey Abdala I toma el nombre del rey jordano Abdala I y fue construida entre 1982 y 1989. La mezquita está coronada por una cúpula cubierta de mosaicos azules, dispone de 2 cúpulas más pequeñas y tiene 2 minaretes de arquitectura futurista.

El interior de la Mezquita del Rey Abdala I es impresionante. Si tienes la suerte de poder ir cuando no hay nadie descubrirás que gracias a su acústica, cualquier susurro se puede oír desde cualquier lugar de la sala de oración.

Puede no parecer mucho, pero teniendo en cuenta que tiene una capacidad para 3000 personas, la cosa cambia.

En el exterior de la Mezquita del Rey Abdala I se encuentra la sala de oración de las mujeres. Muy similar a la sala principal, pero mucho más pequeña. Además, en la parte baja de la Mezquita se encuentra el Museo de historia y religión islámica.

Tras un paseo por el museo (del que únicamente entendimos las maquetas de las mezquitas de Ammán), volvimos a la tienda de souvernirs-acceso de la mezquita. Al entregar los pañuelos, nos invitaron a un té unas pastas de sésamo.

· Ciudadela de Ammán

Como ya digo en el post en el que explico cómo organizar un viaje a Jordania, la Ciudadela de Ammán me pareció un museo al aire libre.

En la propia entrada de la Ciudadela de Ammán puedes contratar los servicios de guías para que te expliquen bien toda esta historia que digo. Se juntan en una salita y están esperando a ser llamados. Puedes preguntar por ellos en las propias taquillas.

Justo cuando estuve yo no había ningún guía que hablase castellano y me los encontré a la salida. Una pena, porque seguro que hubiese aprendido mucho más de la Ciudadela, de Ammán y de Jordania.

A pesar de que gran parte de la Ciudadela permanece a día de hoy sin excavar, se han encontrado restos de ocupación neolítica y hay indicios de que ha estado habitada desde hace más de 7000 años. Estos indicios se encuentran en el Museo arqueológico de Jordania que se encuentra en el interior.

Justo al lado del Museo arqueológico de Jordania se encuentra el Templo de Hércules. Esta ubicación es, sin duda, la más espectacular de toda la Ciudadela de Ammán.

El Templo de Hércules, de arquitectura típica de la Antigua Roma, fue construido entre los años 162 y 166. Posteriormente, fue derruido por un terremoto en 749 y tras varias reutilizaciones de los bloques de piedra que habían colapsado, la reconstrucción fue completada en 1989.

Cuando paseas por allí la pregunta es obvia: ¿cómo se mantienen en pie las columnas y el techo?

De la estatua principal del templo se conservan un codo, un pie y restos de una mano gigante. Todos estos elementos son de marmol  y han ayudado a calcular en 10m la altura original de la estatua.

En la Ciudadela de Ammán también destaca la Iglesia Bizantina, construida hacia el año 730. En su interior aún se mantienen paredes en su estado original y aunque lo más impresionante es el techo, es una reconstrucción de cómo debió ser.

Sabía que al visitar Ammán en un día no iba a poder dedicarle el tiempo que me gustaría a recorrer la ciudadela. No solo por el tiempo que hace falta para asimilar toda la historia que desprende (que es muchísima), sino porque ejerce de espectacular mirador de Ammán.

Desde la Ciudadela se obtienen unas vistas espectaculares de la ciudad de Ammán en general y del teatro romano en particular.

· Teatro romano de Ammán

El Teatro romano de Ammán fue construido en el siglo II y se encuentra en muy buen estado de conservación.

La orientación del Teatro romano es hacia el norte para cubrir del sol a los espectadores, algo muy a tener en cuenta ya que su aforo era de 6000 personas sentadas (es el mayor teatro romano de Jordania).

Gracias a la inclinación del Teatro romano, la acústica es espectacular. Tanto es así que si te colocas en la cruz del centro del semicírculo del escenario, la voz se puede escuchar desde cualquier lugar del teatro.

Además, si subes a lo alto del Teatro romano (además de poder observar bonitas vistas de Ammán), podrás escuchar las conversaciones de los turistas que se encuentran abajo.

Las habitaciones laterales del Teatro romano albergan el Museo Jordano de Tradiciones Populares y el Museo del Folclore de Ammán.

· Odeón Romano de Ammán

Junto al Teatro Romano se encuentra el Odeón Romano de Ammán. Al igual que su hermano mayor, el Odeón Romano fue construido en el siglo II y se cree que estaba cerrado por un techo de madera temporal que protegía a la audiencia.

Por muy pequeño que pueda parecer en comparación, el aforo del Odeón Romano es de 500 asientos y actualmente es utilizado para conciertos.

· Ninfeo de Ammán

El Ninfeo de Ammán es una antigua fuente pública romana construida en el siglo II, parcialmente conservada y que desde 2015 se encuentra en proceso de restauración.

Estas fuentes eran muy populares en las ciudades romanas y se cree que este Ninfeo contenía una piscina de 600m² que tenía hasta 3m de profundidad.

A pesar de tener apuntado el Ninfeo en mi mapa, lo encontré de casualidad: iba desde el Teatro Romano hacia el Zoco, me lo encontré y entré. Sinceramente no es uno de los imprescindibles para visitar Ammán en un día.

· Zoco de Ammán

El Zoco de Ammán se encuentra entre la Mezquita de Al-Hussein y el Ninfeo y es uno de los lugares más bulliciosos y coloridos de todo Ammán.

Si ya de por sí me encanta pasear por los mercados de las ciudades que visito, imagina cómo me lo paso en los Zocos. Son mucho más interesantes y si me toca comprar algo, me lo paso pipa con la liturgia del regateo. 

Como no podía ser de otra forma, en el Zoco de Ammán destacan los frutos secos. ¡No sé si he comido alguna vez frutos secos con tanto sabor como en Jordania!

· Mezquita Al-Hussein

La Mezquita de Al-Hussein se encuentra en el downtown de Ammán, muy cerca del zoco. Destaca por su fachada de piedra rosa y blanca y es especialmente bonita al caer el sol, sobre todo vista desde la plaza contigua.

Los no musulmanes no podemos entrar al interior, pero al estar en pleno centro de Ammán, es una mezquita muy concurrida desde primera hasta última hora.

La Mezquita de Al-Hussein fue reconstruida en 1924 y se piensa que está situada sobre la antigua Catedral de Filadelfia. 

· Calle del oro

A escasos metros de la Mezquita Al-Hussein, y en pleno centro de la ciudad, se encuentra la Calle del oro de Ammán.

La Calle del oro de Ammán cuenta con una gran cantidad de talleres dedicados a la orfebrería y expone en sus escaparates multitud de pulseras, anillos y todo tipo de objetos realizados con este metal precioso.

El guía nos dijo que es un buen lugar para comprar oro, porque es de buena calidad y el precio, al haber tanta competencia, está muy ajustado. ¡Pena de no llevar mucho dinero en cash!

· Rainbow Street

Rainbow Street es el barrio de moda de Ammán. Allí es donde puedes encontrar el mayor número de comercio de la ciudad y poco a poco se va convirtiendo en la zona hipster.

A mí, sin embargo, lo que me gusta de Ammán es su bullicio y caos. Lo poco que vi de la Rainbow Street fue un quiero y no puedo. Pero había que visitarlo para poder opinar, ¿no?

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