Desde que mis amigos conocen mi intención de dar la vuelta al mundo, mis regalos han ido orientados siempre a los viajes. ¡Y no sabéis cómo me gusta que sea así!
Mònica decidió que sería un buen regalo de cumpleaños este kit de supervivencia, así que se vino con él desde Barcelona. O, por lo menos, lo intentó.
A pesar de que en la bolsa (también estanca y aprovechable) avisa que el kit consta de una manta térmica, un poncho, un silbato, una brújula, unas cerillas resistentes al agua, una caja estanca y una linterna led, la realidad es un poco más peligrosa para seguridad del aeropuerto. ;)-
Con el kit envuelto en papel de regalo y dentro del equipaje de mano llegó al aeropuerto. Sin intención de facturar, fue directamente al control de seguridad y cuando pasó su maleta por el detector de RX, empezó el movimiento:
La cinta se detuvo, caras de asombro, llamadas telefónicas y bastante policía… El silencio y la incertidumbre se rompió con la pregunta maldita: «¿De quién es esta maleta?» Mònica dio un paso al frente.
– Señorita, tengo que abrir la maleta.
– Claro señor agente. Haga lo que tenga que hacer, señor agente.
– ¿Qué es este paquete? ¿Por qué va envuelto?
– Es que es un regalo…
– Pues tengo que abrirlo.
– Espero que le guste, señor agente. Felicidades, señor agente.
Bueno, en realidad, esta última frase nunca sucedió fuera de su cabeza, pero… ¿¡a qué hubiese molado!?
El agente quitó el papel con cuidado para que luego se pudiese volver a envolver (todo un detalle) mientras la cola estaba pendiente de qué saldría del envoltorio. La espera hacía que la cola fuese más y más larga: a los primeros (que estaban viendo el show) no parecía importarles mucho; a los de detrás, seguro que sí que estaban molestos… ¡Mònica estaba haciendo un tapón inmenso!
Al descubrir que el regalo era un «kit de supervivencia del viajero» del Natura, se volvieron a cruzar las miradas: la del agente, de asombro; la de Mònica, de vergüenza.
Abrió el kit y sacó de él una navaja multiusos y unos anzuelos…
– No puedes entrar con esto…
– No claro.
– Me lo voy a tener que quedar.
– Por supuesto, si no sabía ni que estaba…
Y a pesar de que pueda parecer una excusa, en el listado de artículos que componen el kit no aparecen estos objetos.
He intentado localizar en la web de Natura este kit para enlazároslo, pero no lo he encontrado (ni en Amazon que siempre tiene de todo)…
Mònica me dice que, a su vuelta, estuvo mirando en las tiendas Natura para ver si todas tenían navaja, pero parece ser que este fue el último kit sobre la faz de la tierra.
Y, la declaración final que resume todo este post:
jajajaja para verlo. Que fuerte!!
Julia, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia… :P
Ja ja!! Qué bueno!! Me imagino la situación… y la cara de Mónica. Y vaya tela con los de Natura y el etiquetado de sus productos!
Llevo tiempo tratando de loca a Mònica pero… ¿y si de verdad fue una conspiración?