Elantxobe es mucho más que una plaza giratoria

Elantxobe es un precioso pueblo pesquero bizkaino que, por estar construido sobre un acantilado al amparo de una enorme roca que recibe el nombre de cabo de Ogoño, está dividido en 2 zonas bien diferenciadas:

• La parte alta, donde se encuentra la iglesia de San Nicolás de Bari, un precioso mirador y la plaza giratoria que tan famoso ha hecho a este pueblo.
• La parte baja, donde encontramos el puerto y la zona de ocio.

La carretera que te lleva a Elantxobe se divide en el barrio de Ibinaga. Allí deberás elegir la carretera de la izquierda (Elantxobe centro) o de la derecha (puerto).

Recomiendo visitar primero la zona alta de Elantxobe intentando hacerla coincidir con la llegada de un autobús a la localidad (horarios de Autobús). Si no coincide no pasa nada, pero creo que ver cómo la plaza gira un autobús es digno de ver: la carretera es tan estrecha que el autobús no tiene hueco para dar la vuelta y si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma y giramos la plaza.

Para llegar a la plaza, lo mejor es dejar el coche en los aparcamientos gratuitos que hay a ambos lados de la carretera según entras a Elantxobe.

Junto a la parada del autobús podremos disfrutar de unas preciosas vistas de la parte baja de Elantxobe desde el mirador (en días claros se divisa desde allí la costa de Gipuzkoa).

Además, en la parte alta de la parte alta (¡toma esa!), nos encontramos con la iglesia de San Nicolás de Bari (creada por la Cofradía de Pescadores en el año 1803 con el fin de proteger a los pescadores que faenaban en sus aguas).

Para ir de la parte alta de Elantxobe a la parte baja tenemos 2 opciones:

• Bajar andando por la Kale Nagusia, que conecta la parte alta con la parte baja de Elantxobe (luego toca subir de nuevo a por el coche).
• Retroceder en coche hasta el barrio de Ibinaga y bajar por la carretera que marca el «puerto».

Entre medio, nos encontramos con el casco antiguo de Elantxobe, con sus calles estrechas y empinadas con varias casas típicas de pueblos del litoral vasco.

En la parte baja de Elantxobe está la explanada donde se encuentra una pequeña zona de ocio, el puerto y el rompeolas. Esta zona es ideal para dar un paseo hasta hacer hambre y tomar algo en alguno de sus bares (yo, cada vez que he ido, he tomado algo en el «Bar Santi», pero tengo ganas de sentarme y probar el «Itxas Etxea»).

Si bien es cierto que Elantxobe no tiene playa, los autóctonos se han sabido buscar la vida y hacen la vida en el puerto. Van con sus toallas, los niños saltan desde arriba e, incluso, han edificado una piscina natural que se va rellenando de agua de mar (según sube la marea) para los más pequeños. ¡Espectacular!

Esta piscina artificial funciona casi las 24h del día y es que, en Elantxobe, a todo se le busca la vuelta. ¿Qué mejor manera de aprender a pescar que allí? ;)-