Acabo de volver de pasar una semanita por la Isla de La Palma y, antes de empezar con los tips de ayuda para que sepáis qué ver en La Palma y podáis exprimir la isla a tope, os quiero resumir brevemente mi experiencia personal.

Los vascos tenemos la suerte de que todos los martes (al menos en periodo vacacional) hay un vuelo directo que cubre el trayecto Bilbao (BIO) – La Palma (SPC) y, aprovechando que las Islas Canarias aún tienen buen tiempo en septiembre, hemos decidido pasar unos días por allí.

Sabíamos que la Isla de La Palma no era famosa por sus playas (como sí que ocurre, por ejemplo, con las Islas Baleares), pero hemos disfrutado una barbaridad de la Astronomía, del trekking, de los volcanes y su historia, de su gastronomía y del precio en general. No me extraña que la llamen la Isla Bonita.

Qué ver en La Palma

1. Alquilar un coche

Cómo suele ser habitual, una de las cosas imprescindibles en mis vacaciones es alquilar un coche.

La libertad de horarios y rutas que consigues al disponer de un coche hace que haya recorrido 616 km en una semana y haya podido llegar hasta el lugar más recóndito de La Palma (existen 2 empresas de alquiler de coches en las Islas Canarias denominadas “marca blanca” de otras más conocidas y que ofrecen unos precios mucho más ajustados: Cicar y Faycan).

2. Visitar el GRANTECAN

Una de las cosas que hay que ver en La Palma es el Gran Telescopio Canarias (GRANTECAN) y casi nos quedamos sin visitarlo. Las reducidas visitas se gestionan desde la página oficial del GRANTECAN, cuestan 9€ por cabeza y se dividen en 2 horas: a las 9:30h y 11:30h.

Nosotros fuimos en domingo y el guía nos dijo que era el mejor día porque no había trabajadores por allí. Y cuando digo trabajadores, hablo de gente de mantenimiento con sus ruidos y zonas cerradas (los astrónomos trabajan solo por la noche y no nos cruzaremos con ninguno). Actualmente, ¡el GRANTECAN es el telescopio de espejo más grande del mundo!

3. Realizar una observación Astronómica

Además de la Astronomía a nivel profesional, La Palma acerca la Astronomía a la gente de a pie. Nosotros disfrutamos de una “Observación Astronómica” espectacular con Elena de Ad Astra La Palma: tras calibrar el telescopio (toda una ciencia), vimos de cerca la Luna (y sus cráteres y mares), Marte, Saturno (y su anillo y su luna Titán) y algunas de las constelaciones más importantes.

4. Disfrutar de los Miradores Astronómicos

Incluso hay gente que, gracias a los Miradores Astronómicos repartidos por toda La Palma, va expresamente a la isla a realizar paseos bajo las estrellas con sus propios telescopios o cámaras fotográficas.

¡Todo un lujo ver las estrellas desde ellos!

5. Contemplar La Palma desde sus miradores

La Palma tiene también decenas de miradores diurnos, para disfrutar desde las alturas de las vistas y de la orografía tan peculiar de la Isla Bonita.

Nos gustaron, sobre todo, el Mirador del Time y el Mirador de la Cumbrecita (tiene tan poco parking, que se gestiona el hueco en la web de Parques Naturales).

6. Sentirte pequeño en el Mirador de Roque de los Muchachos

Pero “EL MIRADOR” con mayúsculas se trata del Mirador de Roque de los Muchachos. Se encuentra en la zona de los observatorios y, por consiguiente, en la parte más alta de La Palma (2426m).

Es una auténtica pasada ver los telescopios, cómo la Caldera de Taburiente atrapa las nubes, etc. etc. etc. Para quedarse embobado un rato allí.

7. Trekking por la Caldera de Taburiente

Realizamos con Natour un trekking de 16 kilómetros que descubre por dentro el precioso Parque Natural de la Caldera de Taburiente.

A pesar de ser vascos, no estamos muy acostumbrados a las rutas montañeras y al día siguiente tuvimos “alguna” agujeta, pero tienen otras rutas mucho más asequibles ideales hasta para los más nóveles. Aún así, es una auténtica pa-sa-da cómo la isla se vuelca con las rutas de senderos.

8. Alucinar con la Cascada de los Colores

Uno de los elementos más impresionantes que alberga la Caldera de Taburiente en su interior es la Cascada de los Colores. Si coincide que no hay mucha gente, es ideal para darse una duchita.

9. Pasear por los volcanes de San Antonio y Teneguía

La Palma tiene el último volcán activo de España y lo mejor de todo es que se puede visitar. Nosotros acudimos al Centro de visitantes en el Volcán de San Antonio para aprender un poco sobre la historia y nos calzamos las zapatillas de trekking para llegar hasta el ya mencionado Volcán de Teneguía.

Un “paseillo” de unos pocos kilómetros que te permite subir hasta el propio cráter del volcán… ¡Aún se siente la tierra caliente si metes las manos entre las rocas!

10. Bañarse en alguna playa de arena negra

Las playas de La Palma, debido al origen volcánico de la isla, son de color negro. Yo temía que me iba a encontrar con las molestas playas de piedra pero hay algunas preciosas playas de fina arena negra repartidas por la isla (El Puerto de Tazacorte, Los Cancajos, Bajamar, Charco Verde y el Puerto Naos -entre otros-).

11. Saltar desde las piscina naturales del Charco Azul y la Fajana

La ausencia de grandes playas se suple con unas piscinas naturales entre las rocas de la costa de La Palma. Nosotros hemos visitado la piscina del Charco Azul y la piscina de La Fajana.

La piscina del Charco Azul dispone de unas plataformas desde donde saltar y las piscinas de La Fajana tienen varios espacios separados entre sí (incluso uno de ellos estaba lleno de peces curiosos…).

12. Safari marítimo para el avistamiento de delfines y ballenas

Y si hablamos de peces, no podemos dejar de realizar un safari marítimo para el avistamiento de cetáceos (en su mayor parte delfines y ballenas). Salen casi todos estos barcos del Puerto de Tazacorte así que nos acercamos por allí a ver las diferencias entre ellos.

Al final, tras comparar en todos los kioskos de información, la ruta más completa nos pareció la «Ruta Norte» del Fancy II (tanto por ruta, por servicios -comida a bordo y escotillas bajo el mar- y porque eran los únicos que nos explicaron todo en castellano -hubo otra empresa que no fue capaz de darnos la explicación completa-). ¡Y fue un acierto!

13. Quedarse con la boca abierta con la Cueva Bonita al atardecer

En la costa de La Palma hay varias cuevas, pero existe una que el arquitecto lanzaroteño César Manrique denominó como “la Capilla Sixtina del Arte Moderno”: La Cueva Bonita.

Debe su nombre a las luces que se crean en el interior cuando los últimos rayos del día entran a su interior por una de sus galerías… Una estupenda idea es visitarla en kayak. ;)-

14. Alucinar con la Cueva Candelaria

Una de las paradas en safari marítimo era la Cueva Candelaria. Unos edificios entre las rocas de la costa que eran el refugio de piratas y guanches.

Tanto nos gustó que quisimos visitarla andando, pero el tiempo se nos echó encima y solo lo vimos de pasada. ¡Nos pareció espectacular!

15. Realizar alguna actividad acuática

La Palma está orientada al deporte de aventura, por lo que no es difícil encontrar diferentes tipos de actividades acuáticas.

Somos muy fans del snorkel y del buceo (si podéis, bucead por la Reserva Marina de La Palma y si las condiciones lo permiten, bajad hasta “Las Cruces de Malpique”), pero esta vez hemos realizado algunas actividades algo más “divertidas”.

16. Visitar las Salinas de Fuencaliente

En la sur de La Palma encontramos Las Salinas de Fuencaliente. Actualmente de estas salinas sale la suficiente sal como para abastecer a la isla y sobra como para exportar a otros países.

La zona, por el contraste del blanco de la sal y el negro de la arena, es preciosa -además, Las Salinas están protegidas por ser escala de aves migratorias-.

17. Comparar los 2 faros de Fuencaliente

El Faro de Fuencaliente es un edificio singular por estar realizado con piedra de Arucas traída por mar desde Gran Canaria.

Actualmente el Faro viejo es un referente porque el que funciona es el faro nuevo -ubicado a unos metros-, mucho más moderno, de más altura pero con menos atractivo. Nosotros visitamos también el Faro de Punta Lava y, para lo que nos costó acertar con la carretera que llevaba hasta la puerta, nos defraudó bastante.

¡Y más tras visitar los Faros de Fuencaliente!

18. Perderse por los pueblos de La Palma

En todos nuestros trayectos hemos pasado por casi todos los pueblos que componen La Palma (en realidad no son más que 14 pueblos: Barlovento, Breña Alta, Breña Baja, Fuencaliente, Garafía, Los Llanos de Aridane, El Paso, Puntagorda, Puntallana, San Andrés y Sauces, Santa Cruz de La Palma, Tazacorte, Tijarafe y Villa de Mazo).

Muchas veces hemos realizado paradas para dar paseos por alguno de los pueblos con encanto de la Isla Bonita. Nos gustaron todos pero, sobre todo, Las Tricias, Garafía y nuestro pueblo dormitorio, Los Llanos.

19. Visitar Santa Cruz de La Palma

La capital de La Palma, a pesar de no ser la localidad con más habitantes, es Santa Cruz. Nosotros visitamos la ciudad unas cuantas veces y nos dejó un poco fría. Dejamos el coche gratis en el muelle (o en el parking del McDonalds) y fuimos a preguntar a la Oficina de Turismo.

Nos dijo que el 90% de las cosas que hay que ver en Santa Cruz se ubican en un paseo de unos 40 minutos. Empezando en la Calle O’Daly, pasando por los balcones de la Avenida Marítima y acabando en la Plaza de la Alameda, presidida por el Barco de la Virgen.

20. Tocar los aviones con la punta de los dedos

Para acabar, y un rato antes de embarcar, teníamos una última cosa que ver en La Palma: alucinar observando de cerca cómo se aproximan los aviones al aeropuerto.

La ubicación que elegimos nosotros para ver aterrizar los aviones fue la que está entre el aeropuerto y Casa Goyo (sur). Si te pones al norte del aeropuerto los ves despegar.