San Sebastián es una de esas (pocas) ciudades del mundo en las que, por su ubicación geográfica, podemos ver una playa nevada (una playa en la que en verano se pueda bañar, obviamente).
A pesar de que es una ciudad costera, ver nieve en San Sebastián es un fenómeno ocurre con «relativa» frecuencia. [Nótese el doble entrecomillado.]
La nieve en San Sebastián suele durar muy poco pero ese rato suele ser suficiente para blanquear sus 4 playas y ocasionar los «típicos» incidentes (sobre todo con las temidas caídas y/o problemas en las carreteras).
Los montes que flanquean San Sebastián, a diferencia de sus playas, mantienen ese color blanco unos cuántos días pero si queremos hacer fotos a alguna playa nevada hay que tener mucha suerte:
· Si nieva en marea baja, cuando ésta suba irá absorbiendo la nieve poco a poco y perderá el color casi por completo.
· Mientras nieva suele haber una nieblina muy molesta para hacer fotos. Si haces fotos desde el paseo, no se apreciará que lo de abajo es una playa (no llegará a verse el mar).
· Como no es habitual ver una playa nevada, bastantes las personas bajarán hasta ella ya sea para hacer fotos, pasear a sus mascotas o, simplemente, para disfrutar del momento.
Esto hace que cada vez haya más pisadas en la nieve y se «rompa» el manto blanco dejando ver arena que está debajo, formando una capa color «Cola Cao» bastante fea…
Una de las cosas típicas que nos podemos encontrar cuando aparece la nieve en San Sebastián son los medios de comunicación (generalmente televisiones) y siempre acaban «cazando» a algún abuelillo saliendo del agua (casi siempre en la Playa de la Concha) diciendo: «Yo me baño en La Concha todos los días año, haga el tiempo que haga». ¿O no?
Ya ocurre con el frío y las heladas, como para no hacerlo con la nieve…
¿Hay algo más característico que la barandilla de San Sebastián? Pues la nieve en San Sebastián tampoco se olvida de ella (ni de la barandilla de La Concha actual ni de la antigua -que ahora está ubicada en el Paseo de Francia-) dejando estampas tan preciosas como estas.
Además de lo preciosas que quedan las playas nevadas, la nieve en San Sebastián da para mucho más. Esta ciudad tiene tantos lugares preciosos que con una capa de nieve pasan a ser impresionantes.
Cuando hay nieve en San Sebastián, los bancos que están repartidos por la ciudad quedan desiertos. Esos bancos que suelen estar ocupados de gente viendo la vida pasar, pasan a estar cubiertos por una capa de nieve.
Esos «miradores» pasan a ser «mirados» y, en mi caso, fotografiados.
Ha llegado a caer tanta nieve en San Sebastián que da, incluso, para hacer muñecos de nieve.
Esto une a la ciudad, puesto que los hacen por igual en los jardines de Alderdi Eder, en Ferrerías, Sagües o la playa de la Zurriola… ¡Quien fuese niño otra vez!
A mí, personalmente, una de las cosas que más me gusta ver cuando llega la nieve en San Sebastián es a los surfistas. Obviando lo fría que tiene que estar el agua (de ahí esos neoprenos), las fotos cuando se junta mar, arena y nieve quedan impresionantes.
Os dejo el trabajo de José Manuel Puente, aficionado a la Metereología donostiarra, que ha documentado y enumerado todas las nevadas ocurridas en San Sebastián entre 1880 y 2006: «La nieve en la ciudad de San Sebastián (1880-2006)» [PDF].
[*Todas las fotos del post pertenecen a una nevada en San Sebastián en enero de 2009. Aquel año, durante esa nevada, me encontraba en el centro de San Sebastián y, gracias a Dios, con el equipo fotográfico a mano.]
Las fotos preciosas. Pero el comentario de que las de Donostia son de las pocas playas que podemos ver nevadas… es más bien etílico.
Quiero decir, que, playas que se cubren de nieve hay por todo el mundo, de unos 40º de latitud (sea norte o sur) para arriba. Incluso muchas de esas playas son urbanas, así que, lo raro es ver La Concha (o playas de inferior latitud) cubierta de nieve, no ver otras playas (urbanas) nevadas.
Pocas playas urbanas que en verano son aprovechadas como tal. No una playa de Islandia.
Como has corrido de un lado para otro para retratar toda la ciudad bajo la nieve. Muy guapo!
(hay un cono!)
Te tengo que confesar una cosa: ese día hice «pira» de clase… Y, que sepas, que en cuanto he visto el cono me he acordado de ti ;)-