La experiencia más gratificante de mis recientes vacaciones por Ibiza y Formentera (y posiblemente de toda mi vida) ha sido la de realizar una excursión en llaüt por Formentera.

Vale, las expectativas pueden parecer muy altas pero:

a) habíamos tenido un lío terrible para llegar a las Baleares

b) el día anterior a la excursión no hizo bueno (el día siguiente tampoco)

c) que se nos había cancelado una actividad que tenía muchas ganas de hacer y que, además de todo esto,

d) ¡era mi cumpleaños!

A la hora de organizar mis vacaciones lo único que tenía claro era que quería realizar una salida en barco por las aguas cristalinas de Formentera pero no sabía cómo.

Al final, y gracias a recomendaciones de unas amigas blogueras (gracias Sisters) y buscar info en tripadvisor, me enteré de la existencia de una embarcación tradicional llamada llaüt, de un señor llamado Ferrán y de una empresa llamada Sa Barca de Formentera.

¿Qué es un llaüt?

El llaüt es una pequeña embarcación tradicional de Las Islas Baleares, hecha de madera y que originariamente se utilizaba para la pesca. A pesar de que en la actualidad encontramos diseños a motor, el llaüt tradicional es un pequeño barco de vela latina construido a mano por el “mestre d’aixa” (carpintero de ribera).

Tipos de llaüts

La empresa Sa Barca dispone de 2 tipos de llaüts y cada uno es para un fin bien diferenciado): llaüts con cabina, que disponen de todo lo necesario para hacer noche -o noches- en él (cuentan con WC, cocina, nevera eléctrica, convertidor 220v, etc.) y llaüts con solarium que están pensados para realizar excursiones dentro del mismo día.

Excursión en llaüt por Formentera

Ahora, y viendo cómo me ha gustado la excursión, tengo la espinita clavada de no haber elegido dormir en un llaüt. A pesar de que tiene que ser una experiencia increíble, nosotros elegimos el paseo en llaüt de 12:00h a 20:00h.

Lo bueno de realizar este tipo de excursiones es que se descubren sitios encantadores. Lugares que de otra forma no se pueden ver. Eso sí, la ruta es totalmente abierta y lo primero que nos preguntaron al sentarnos fue: «¿Qué queréis hacer? ¿Cuáles son vuestros planes?»

Nosotros, que somos de buen conformar, dejamos la elección al patrón que, evidentemente, controlaba más que nosotros. Como no podía ser de otra forma, acertó.

 · Cala Saona

Un lugar espectacular que tiene el agua más transparente que he visto en mi vida. Tanto es así que la sombra de los propios barcos en el fondo del mar hacía el efecto óptico simulando que estaban volando. Allí paramos y estuvimos un buen rato realizando saltos al agua y snorkel.

Cala Saona también es el lugar con más peces de todos en los que he realizado inmersiones. Y hablo de peces sin ningún tipo de miedo, de los que se acercan…

Decidimos prolongar nuestra parada y comer allí. Teníamos refrescando en la nevera unas cervezas, unas Mixtas, unas Coca-Colas y agua. Para comer había preparado una tortilla. No sobraron ni las migas…

 · Cuevas de Cala Saona

Estos caprichos geológicos se encuentran a escasos 10 minutos de Cala Saona y solo se pueden visitar por mar. Por esta zona hay más rocas y, por consiguiente, más tipos de peces.

Además, estas cuevas tienen agujeros que dejan pasar la luz del sol y otros en los que puedes pasar de una zona a otra. Fue una experiencia muy divertida realizando snorkel.

 · Isla de Espalmador

Desde Cala Saona hasta la Isla de Espalmador hay, aproximadamente, unos 50 minutos de travesía que nosotros aprovechamos para echar una siesta en cubierta. No queríamos, ¡pero parece que las olas te están meciendo! ;)-

La única forma para llegar a la Isla de Espalmador es por barco. Vale, hay gente que llega andando desde la parte alta de Ses Illetes por el «Pas Des Trucadors» pero, además de que cubre hasta la cintura y tienes que llevar todas las cosas en alto, es un paso muy peligroso por la corriente marina que existe.

Muchos de los turistas que van se llevan un susto (algunos de ellos muy gordos). Y mira que hay una señal antes del paso que lo desaconseja pero…

En fin, que ¡mucho mejor ir en llaüt!

Nosotros, gracias a las dimensiones del llaüt, llegamos casi hasta primera línea de playa. De ahí fuimos nadando hasta la isla de arena blanca de Espalmador.

Decidimos dar una vuelta por la isla pero realmente lo más interesante es esa playa. Jugamos un poco a palas, hicimos un poco de snorkel y regresamos al llaüt. Tocaba volver al puerto de Formentera.

La vuelta la hicimos pegados a la playa de Ses Illetes. Otra forma de ver esta playa que, año tras año, suele ser nombrada como una de las mejores del mundo.

La siguiente vez que vaya a Formentera haré noche en un llaüt sí o sí. Si me ha tocado la lotería lo haré con un llaüt propio y sino, hablaré con Ferrán para realizar una escapada con él. Ya lo echo de menos… (el llaüt). ;)-