Elena y Pablo son, además de unos viajeros incansables, los autores del libro «825 días de Vuelta al Mundo» y del blog «La Aventura de Pablo y Elena«. Llevan desde el 09/01/2009 viajando hasta que se les gasta el dinero, se establecen y, en cuanto pueden, vuelven a salir a recorrer el mundo. Ahora están en Alemania, en pleno proceso de cogida de impulso y dinero, porque en Marzo de 2015 vuelven a marcharse por ahí… ¡Increíble vida nómada la de estos viajeros sevillanos!

PRE VUELTA AL MUNDO

• ¿Qué razones te movieron a realizar la Vuelta al Mundo?
A mi siempre me ha gustado viajar, porque desde pequeñita viajaba con mis padre cuando viajar aún era algo raro. Contagié a Pablo con el gusanillo de los viajes desde los 18 años cuando empezamos a salir juntos. Y muy pronto empezamos a viajar por todo el mundo, en nuestras vacaciones. Pero siempre nos rondaba la idea hacer un gran viaje. En cosas que nos escribimos en aquellos primero años ya hablábamos de irnos juntos a recorrer el mundo.

• ¿Cuándo nació la idea de hacer este viaje y cuánto duró su preparación?
La preparación duró muy poco. La idea nació un mes de agosto, sentados en la playa. Teníamos dinero ahorrado y se nos ocurrió que había llegado el momento de hacerlo. Pero teníamos billetes para visitar China todo el mes de octubre y gastaríamos mucho dinero. Por desgracia no se podían devolver, y hacer las dos cosas era inviable. Pero el universo conspiró a nuestro favor y dos días más tarde de aquella conversación sonó el teléfono: había cambiado el día del vuelo de ida a Pekín y nos daban la opción a cancelar el viaje si no estábamos de acuerdo. Pablo le dijo: vuelva a llamarme en 20 minutos que lo hablo con mi mujer y decidimos. Y de verdad que fue un momento mágico porque decidimos rápidamente y sin pensarlo decir que nos devolvieran el dinero. Y entonces no habría marcha atrás, nos iríamos de vuelta al mundo. 5 meses más tarde, el 9 de enero de 2009 nos marchamos con la mochila a cuestas y sin saber cuándo volveríamos.

• ¿Qué pensaron de la decisión tus familiares y amigos?
Al principio todo el mundo piensa que estás loco por dejar el trabajo, la casa, tu vida. Pero en general sentimos mucho apoyo, aunque en el sur de España la gente no viaje mucho y no lleguen a entender qué te mueve a dejarlo todo y vivir como un nómada.

• ¿Cómo te organizaste? ¿Qué ayudas tuvisteis?
Teníamos mucha experiencia viajando. No necesitamos mucha ayuda porque no organizamos nada. Compramos un billete de ida a la Habana y esa fue toda la preparación. Lo demás lo iríamos improvisando sobre la marcha y dependiendo de a dónde nos apeteciera ir y a dónde fuera más barato volar en el momento. Sí tuvimos que vacunarnos de algunas cosas que nos faltaban, pero poca cosa. Viajaríamos tal y como lo hacíamos todos los años durante el mes de vacaciones, pero por largo tiempo. Realmente no hay mucha diferencia, no llevas más equipaje, no tienes que pensar en muchas más cosas que en un viaje de mochilero normal.

VUELTA AL MUNDO

• ¿Qué se siente cuando se está a punto de embarcar el primer día?
En la primera vuelta al mundo estábamos realmente emocionados. Yo sentía tanta ilusión y tantas ganas de marcharme que ni sentía pena por lo que dejaba atrás. Las últimas semanas y días se hicieron eternas, aún trabajando y con la cabeza en otra parte. Era desesperante porque ya no estabas allí mentalmente pero tenías que seguir con la rutina. Un auténtico suplicio. Y recuerdo la pena de la despedida, el momento de decir adiós. Y cuando el AVE arrancó a andar rompí a llorar como una loca, de emoción, de pena, de miedo, de ilusión… demasiados sentimientos. Esa primera vez fue muy fuerte. Luego nos hemos ido más veces por largo tiempo pero lo que se siente en la primera ya no se siente más. Las demás veces no he llorado en el AVE, he sentido una liberación y una libertad indescriptibles.

• ¿Es caro un viaje como estos? ¿Encontraste algún tipo de financiación (ya sea antes de la salida o durante el viaje)?
Nosotros mismos nos financiamos el viaje. Estuvimos ahorrando y el viaje duraría hasta que se acabara el dinero. Por eso había que gastar lo menos posible, para que durara el máximo tiempo. Un viaje de estos es caro, no podemos engañarnos. Pero que sea más o menos caro depende de ti. Los aviones siempre son caros, para cambiar de país o de continente. Pero luego estar en un país cuesta lo que tú quieras gastar. Nosotros en muchos países hemos podido mantener nuestro presupuesto diario de 25 euros al día para los dos incluyéndolo todo. Y algunas veces nos hemos dado un capricho y hemos hecho cosas o dormido en sitios un poco más caros. Y también hay países donde es imposible sobrevivir por tan poco y gastas mucho más. Pero uno puede gastar al mes 1.000 euros o 15.000, depende de tu forma de viajar o de lo exquisito que seas. Por supuesto que existen muchas formas de abaratar un viaje, y ya conocemos muchos trucos que hemos llevado a cabo muchas veces: el couchsurfing, el intercambio de casa, alquilar habitaciones en casas privadas… ¡Todo eso es casi gratis! Así que te permite viajar a países caros sin gastar un dineral.

• ¿Qué idiomas hablas? ¿Tuviste algún problema de comunicación durante el viaje?
No hemos tenido ningún problema de comunicación salvo en China. Yo hablo inglés y algo de alemán y Pablo habla inglés, portugués y alemán. Pero con el inglés vas a todas partes. Y en los sitios donde no lo hablan, que son muchos, usas el idioma universal y consigues hacerte entender. El problema en China es que no quieren entenderte y allí fue donde más nos costó.

• ¿Qué llevabas en la mochila? ¿Qué cosas marcarías como imprescindibles?
Bueno con el tiempo te das cuenta de que nada es imprescindible porque todo se puede comprar. No llevamos grandes cosas: un par de pantalones largos, un par de cortos, unas 5 camisetas de manga corta, 2/3 de manga larga, algo para la lluvia y un forro polar. Botas, sandalias y chanclas para la ducha. También llevamos cosas tecnológicas: los libros electrónicos, el portátil, la cámara y un móvil viejo. Y claro, todos los cargadores que eso conlleva. Toda la tecnología va en una mochilita a parte que está siempre cerrada y con nosotros. Y por otro lado adaptadores de enchufes, anti-mosquitos, una cuerda larga que pese poco para tender y el neceser. Del botiquín se encarga Pablo. Con eso de que es médico yo me desentiendo completamente. ¡Soy un desastre!

• ¿Por qué quisiste contar tu viaje en un blog?
Porque cuando decidimos irnos la familia siempre decía: «¿Y qué vamos a hacer tanto tiempo sin saber de vosotros?». Se nos ocurrió crear un blog donde ir escribiendo un diario y subiendo fotos. Sobre todo por las madres, para que nos sintieran más cerca, supieran siempre dónde estábamos y se quedaran más tranquilas. El blog empezó siendo para ellas.

• ¿Qué equipo fotográfico llevabas en la vuelta al mundo, cuántas fotos has hecho y cómo te organizabas para guardarlas, procesarlas y subirlas al blog?
Llevamos siempre una cámara compacta, muy pequeñita y que pese poco. No nos gusta ir con una cámara grande ni sofisticada. Nos gusta meternos en todas partes, pateamos mucho las ciudades y no nos gusta andar con una gran cámara colgada al cuello. Preferimos una pequeña cámara en un bolsillo que sacas en un momento concreto y vuelves a guardar. Así no intimidas tanto a la gente, ni vas diciendo soy un guiri y quiero hacerte una foto: nos gusta ir discretos. Hemos hecho muchas fotos, miles de fotos. Cada noche las descargamos en el portátil y seleccionamos las buenas, porque igual has hecho 60 ese día pero sólo merecen la pena 6. Esas 6 van a una carpeta definitiva y cada vez que tenemos ocasión, las vamos subiendo a «la nube» por el miedo a que nos roben el portátil, que nunca nos ha pasado. Pero las mejor fotos están almacenadas en internet y así nos aseguramos de no perderlas.

• ¿Cuál ha sido tu mejor foto?
Imposible contestar a esa pregunta. Años viajando sin parar hacen que sea imposible contestar. Hay muchas fotos que nos encantan, decenas de ellas, elegir una sería imposible. De cada país hay una o dos que son especiales, o más, muchas fotos son especiales por una cosa o por otra. No puedes elegir una sola foto de 4 años de viajes. Imposible.

• Cuéntanos un poco cómo te organizabas el día a día durante tu vuelta al mundo, cuándo decidiste cambiar de lugar y por qué.
Nuestros días en ruta son muy tranquilos. Pueden ser de desplazamiento de un lugar a otro, con lo cuál te levantas, coges el autobús de turno y vas hasta el siguiente destino. Allí vamos andando o de la forma más barata hasta el centro de la ciudad. Normalmente, tengo que reconocerlo, yo me quedo en un banco de una plaza o en una cafetería con las mochilas, mientras Pablo va a preguntar precios y ver habitaciones en muchos hoteles de la zona. Si vas sólo y sin maletas es mucho más fácil regatear, se consiguen mucho mejores precios. Y luego nos instalamos en el hotel. En esa ciudad nos quedamos todo el tiempo que nos apetezca hasta que nos cansemos y saquemos otro billete de autobús al siguiente destino. No tiene muchos más secretos.

• ¿Cuál fue el itinerario y la duración de tu Vuelta al Mundo?
Hemos hecho varios viajes:

• En 2009 nos fuimos 11 meses y pasamos 7 meses en centroamérica: Cuba, Guatemala, honduras, Belice y México, y 4 meses en Asia: Japón, China, Indonesia, Camboya y Vietnam. Volvimos en noviembre para pasar la Navidad en casa y hacer algo de dinero.
• En enero de 2010 volvimos a irnos, esta vez a Oceanía: Australia, Nueva Zelanda y las islas Fidji.
• Y 2011 volvimos a viajar 11 meses por sur y norte América: Argentina, Chile, Bolivia y Perú y luego EEUU y Canadá.
• Al día siguiente de volver nos sonó el teléfono para ofrecernos un trabajo en África, en Guinea Ecuatorial, y allí que nos fuimos 5 meses sólo 3 semanas después de haber vuelto a casa.

A la vuelta de África ya no nos quedaba dinero para seguir viajando así que había que pensar en establecerse en Europa un tiempo para volver a ahorrar dinero. y en esas estamos, viviendo desde hace 1 año y 10 meses en Alemania. Pero ya nos queda poco. En poco más de 10 meses volveremos a estar en ruta. Y casi no podemos esperar. Ya no servimos para estar en un sitio parados, ¡y menos en Europa!

• Dicho esto, ¿qué país quitarías de la lista y cuál te quedaste con las ganas de visitar?
Creo que no quitaría ninguno. Evidentemente unos te gustan más y otros menos, pero yo soy de las que lo quiere ver todo, y si me dicen que un sitio no merece la pena voy para poder ser yo la que dice que no merece la pena. Así que no me arrepiento de haber visitado ningún país, aunque, por supuesto, tengo mis favoritos.

¿Y los que me quedan por visitar? Ufffff que el mundo es tan grande que a mí me da estrés pensar que no me va a dar tiempo de verlo todo. Esperamos en la próxima aventura poder ver otros pocos. Así por encima, de América tenemos muchas ganas de visitar Colombia y Brasil, en Asia tenemos pendiente Nepal, Filipinas y Malasia y en África muchos, porque de África conocemos pocos. En junio iremos a Tanzania pero queremos visitar Namibia, Mozambique, Madagascar… ¡Ay qué grande es el mundo!

• ¿Qué lugar del mundo te fascinó?
Bueno me han fascinado muchas cosas, países completos como México del que me gusta todo absolutamente, situaciones fascinantes como un entierro toraja en la isla de Sulawesi, Indonesia, paisajes como los de Nueva Zelanda, la ciudad de Cuzco en Perú o Antigua en Guatemala, vivir dos meses en nueva York, ver ballenas en Canadá, sentarte a mirar los Moai en la Isla de Pascua, ver el Machu Pichu en Perú, el glaciar Perito Moreno en Argentina o Angkor Wat en Camboya, darte un masaje de cuerpo entero con aceite en Tailandia… Cuando viajas pasan muchas cosas fascinantes, continuamente, y por eso hay muchas cosas grabadas en mi memoria.

• Entiendo que te habrás juntado con muchos viajeros, pero ¿os habéis encontrado algún viajero de por aquí? ¿Cómo fue el encuentro?
Sí que nos hemos encontrado algunos. Pocos de Andalucía, la verdad, sobre todo de Cataluña o País Vasco, y también alguno de Madrid. Pero con algunos hemos compartido días e incluso meses de viaje, como con Bea y Jordi, que eran seguidores de nuestro blog y cuando fueron a empezar su vuelta al mundo nos contactaron. Conectamos tan bien que pasamos 3 meses viajando juntos por Chile y Argentina y ahora somos buenos amigos. Esas cosas no se olvidan. Pero hay otros muchos con los que hemos compartido algunas experiencias y que quedan ahí para siempre.

• ¿Cuál es la anécdota más graciosa que te ha pasado durante el viaje?
No sé si es la más graciosa, pero siempre me acuerdo de que cuando fuimos a Sulawesi, en Indonesia, a visitar un entierro toraja, la familia nos permitió festejar con ellos durante toda la semana. Cientos de personas se congregaron en la casa del muerto y mataron decenas de cerdos y búfalos que asaban en una fogata o en grandes ollas para que todos comieran. Cuando empezaron a repartir la carne, yo que no soy muy carnívora, fui incapaz de probarla. Venía con todo, con piel, pelos, grasa… lo que menos había era carne. Así que se me ocurrió decirle a la señora que estaba pendiente de nosotros que no podía comer eso, que yo era vegetariana. Desde luego pensaba que más tarde habría verduras, o frutas, o arroz o algo. Pero como 3 horas más tarde sólo había tenido acceso a una pequeña porción de arroz, y ya saben los que me conocen del humor que me pongo cuando tengo hambre… así que no me quedó otra que decirle a la mujer: mire, que he pensado que esa carne tiene tan buena pinta que quizás ésta sea la mejor oportunidad para probarla y dejar de ser vegetariana… Sí, lo sé, fue ridículo, pero pude comer algo y saciarme un poco.

• ¿Tuviste algún contratiempo en tu aventura?
Por suerte no hemos tenido muchos contratiempos. En China fue complicado lidiar con el carácter chino, se nos hizo muy duro, no conseguíamos comprar billetes de tren o autobús, que nos pararan los taxis… se hizo todo muy complicado y no nos dejó buen sabor de boca. En Perú teníamos el portátil en la maleta y un día encontramos el portátil roto, se ve que le habrían dado algún porrazo a la maleta pero bueno, viajando tantísimo tiempo es normal que esas cosas pasen.

El mayor contratiempo fue que nos llamaran a Melbourne, Australia, del hospital de Sevilla para decirnos que unas prueban que me habían hecho dieron que tenía un linfoma de piel. Eso fue por la noche y a las 7 de la mañana estábamos volando de vuelta a España en el peor viaje de mi vida. Por suerte lo quitaron, quedé limpia y un mes después estábamos volando de vuelta a Oceanía. Pero fue un momento terrible, el que todo viajero teme.

• ¿Alguna vez te pasó por la cabeza dejarlo todo y regresar?
Nunca, absolutamente nunca. Bueno miento. El primer año, estando de viaje, me llamaron mis padres para decirme que se separaban. Fue un momento duro y estuvimos pensando si volvernos o quedarnos. Pero pensamos que volvernos no arreglaba nada y decidimos continuar. Salvo en ese momento, no ha habido ni un solo segundo en el que quisiéramos volver. Pero aún, cuando se acercaba la fecha de volver siempre estábamos de bajón y deseando ser ricos para no tener que volver nunca. Somos viajeros incansables la verdad. Y yo peor aún que Pablo. El vuelve más contento, yo vuelvo siempre como si volviera al matadero. ¡Por mi pasaría toda la vida viajando y vendría a España sólo de vacaciones!

• ¿Cómo mantenías el contacto con la familia/amigos?
Pues a través del blog sobre todo, los mails y con la familia por Skype. Además en cada país compramos una tarjeta de móvil de prepago y así nuestros padres pueden llamarnos en cualquier momento.

POST VUELTA AL MUNDO

• ¿Qué consejos darías a alguien que quiera hacer un proyecto similar?
El único consejo es que se anime, y que lo haga. La primera vez cuesta, es duro, parece algo muy grande pero no lo es. No hay nadie que se haya arrepentido, es una experiencia maravillosa que no se puede explicar, hay que vivirla. Esa sensación de libertad no es descriptible. Y no es para tanto, luego descubres que mucha gente lo hace, que no es tan excepcional ni tan complicado. Animo!!

• ¿Qué reflexiones has hecho tras el viaje? Esta experiencia, ¿ha cambiado en algo tu vida?
Yo siempre digo que aquel día de agosto de 2008 cambió nuestra vida para siempre. Para mi viajar tuvo una consecuencia muy fuerte y es que ya no puedo vivir de otra manera. Volver es muy duro, conozco a mucha gente que lo ha pasado muy mal a la vuelta y ha tardado muchos meses en adaptarse. Esa es la parte negativa. Cuando has vivido libre durante tanto tiempo volver a Europa, trabajar 8 horas al día, preocuparse por la ropa y que normalmente no pase nada en tu día a día, es muy duro. Nosotros nos fuimos el 9 de enero de 2009 y a día de hoy no hemos podido volver ni tenemos intención. Ya no podemos. Estar allí nos ahoga. Ves lo grande que es el mundo, lo maravilloso, la de cosas que se pueden hacer… que luego volver a la rutina es muy complicado. Yo tengo claro que no quiero volver a vivir en la monotonía y se que nuestra vida nunca volverá a ser lo mismo. ¡En marzo de 2015 dejaremos Alemania para volver a la ruta y esperamos poder dar vueltas durante muchos años!

*

Blog: http://laaventuradepabloyelena.blogspot.com.es/
Facebook: https://www.facebook.com/pages/La-aventura-de-Pablo-y-Elena/143695769020880