Conocí a Carla y Adrián, del blog La Maleta de Carla, porque me enteré que les había tocado una vuelta al mundo y me puse en contacto con ellos para realizarles una entrevista por aquella jesta (raro es que te toque algo y mucho más una vuelta al mundo). A día de hoy, son uno de los bloggers con los que más contacto mantengo.

Cuando estuve con ellos en Barcelona, estaban a escasos días de realizar un viaje con billete de ida y aproveché para hacerles una entrevista para que me contasen sus inquietudes y planes porque no tenían muy clara la ruta aun. Carla y Adrián tenían unos trabajos corrientes, vivían en un piso bonito del barrio de Tetuán pero decidieron cambiar su estilo de vida: empezaron a trabajar online, dejaron Madrid y su blog se ha convertido en una referencia para conseguir un mundo sin plástico (gracias a ellos me compré mi Klean Kanteen, por ejemplo).

PRE BILLETE DE SOLO IDA

• ¿Qué razones os movieron a realizar un viaje con billete de solo ida?

Queríamos probar. Nos apetecía saber qué se siente al salir de casa teniendo el mundo por delante, sin ninguna limitación. Cuando hicimos la vuelta al mundo en 2013 nos gustó eso de viajar durante mucho tiempo y siempre habíamos querido repetir pero a nuestro aire. Y ya lo hemos comprobado.

• ¿Cuándo nació la idea de hacer este viaje y cuánto duró su preparación?

Siempre había estado ahí desde 2013. Pero fue en 2015, cuando llevábamos ya un tiempo viviendo en Madrid, cuando nos volvió a picar el gusanillo. Empezamos a documentarnos sobre otras formas de vivir y trabajar y vimos que quizá era posible mantenernos económicamente de otra forma que no fuese yendo cada día a una oficina.

En 2016 dimos el paso de dejar nuestros trabajos y Madrid e hicimos un primer viaje largo de 3 meses por Estados Unidos y Cuba. En 2017 nos decidimos y compramos billetes de solo ida.

• ¿Qué pensaron de la decisión vuestros familiares y amigos?

Ya llevábamos tiempo preparándoles para esto pero les surgían muchas dudas. Las dudas más comunes eran: ¿pero y cuándo vais a volver? ¿por dónde vais a viajar? Y a todo eso solo podíamos contestar que no teníamos ni idea. Y eso impacta. Por ejemplo yo a mis abuelos no les dije de buenas a primeras que me iba sin billete de vuelta, creo que les hubiese dado un ataque. Suavicé mucho el tema.

• ¿Cómo os organizasteis? ¿Qué ayudas tuvisteis?

Básicamente teníamos clara más o menos la ruta que queríamos hacer y el primer alojamiento en Bangkok, que fue la ciudad en la que aterrizamos, pero no organizamos nada más. Sobre todo recibimos ayuda de otros bloggers de viaje y gente que había hecho grandes viajes, que nos animaron muchísimo.

BILLETE DE SOLO IDA

• ¿Qué se siente cuando se está a punto de embarcar el primer día?

Muchísimos nervios. Yo las noches de antes no podía dormir. Pero no miedo a empezar una aventura nueva. Más por el miedo y la pena de decir adiós a mi familia. Es un momento muy excitante y a la vez muy triste.

• ¿Es caro un viaje como estos? ¿Encontrasteis algún tipo de financiación (ya sea antes de la salida o durante el viaje)?

Depende de lo que se considere caro. Nosotros gastamos una media de 1.200€ al mes entre los dos. Hemos intentado viajar de forma low cost pero de vez en cuando nos hemos dado algún capricho. No contamos con financiación externa, el viaje lo pagamos íntegramente nosotros con ahorros y nuestros ingresos.

• ¿Qué idiomas habláis? ¿Tuvisteis algún problema de comunicación durante el viaje?

Hablamos inglés y, en general, no hemos tenido problema para comunicarnos. El único problema lo tuvimos haciendo una ruta por la isla de Flores, en Indonesia, donde el turismo todavía es algo casi anecdótico y en los lugares más remotos nos costaba entendernos con la gente local.

Bueno, y en Japón es MUY DIFÍCIL comunicarse con los japoneses. Muy pocos hablan inglés y, los que lo hacen, tampoco es con un nivel muy alto.

• ¿Qué llevabais en la mochila? ¿Qué cosas marcaríais como imprescindibles?

Poca ropa y demasiada tecnología, la verdad. Imprescindible es un buen calzado, que sea muy versátil y que pese poco, una cámara para hacer muchas fotos y una gorra, que en el Sudeste Asiático aprieta mucho el sol.

Para mi también es imprescindible viajar con una botella reutilizable. Aunque el agua en muchos lugares del Sudeste Asiático no es potable, siempre hay alternativas mucho más sostenibles que comprar botellas de agua de plástico de un solo uso. Es posible viajar sin plástico en el Sudeste Asiático.

• ¿Por qué quisisteis contar vuestro viaje en un blog?

Tenemos el blog desde 2011 y siempre compartimos nuestros viajes en él. Y, en esta ocasión, nos hace incluso más ilusión por si animamos a otra gente a hacer lo mismo que nosotros.

• ¿Qué equipo fotográfico llevabais en la vuelta al mundo, cuántas fotos habéis hecho y cómo os organizabais para guardarlas, procesarlas y subirlas al blog?

Cuando salimos llevábamos una cámara Nikon D5500 con dos objetivos, un 35mm y un 18-140mm. También un iPhone 6 y un Samsung Galaxy S7 Edge. Y en Singapur nos compramos una GoPro 5 y un Dron DJI Mavic Pro.

La verdad es que yo soy un desastre organizando fotos y eso me ha jugado malas pasadas en todos los viajes largos que he hecho. En este caso, además de un disco duro, me hice una cuenta de Dropbox. Pero el nivel de Internet en algunos países era tan pésimo que no podía subirlo todo siempre a la nube. Casi al final del viaje se me rompió el disco duro y perdí algunas de las imágenes y vídeos.  

• ¿Cuál ha sido vuestra mejor foto?

No sé si la mejor, pero le guardo especial cariño a una foto que le hice a una señora en una aldea tradicional de la isla de Flores, en Indonesia. Todas las fotos que hice ese día son muy especiales, pero esta en concreto me gusta mucho. Pasamos casi 4 horas en esa aldea, interactuando con la gente local sin entendernos y hacia el final me pidió una foto, posó, y esto fue lo que salió.

• Cuéntanos un poco cómo os organizabais el día a día durante vuestro viaje, cuándo decidíais cambiar de lugar y por qué.

Nos organizábamos un poco en función del trabajo que tuviésemos que hacer. Si teníamos mucho trabajo, nos quedábamos más tiempo en un lugar y pasábamos días enteros encerrados trabajando. Y organizábamos los destinos en función del tiempo de visado que teníamos en cada país.

• ¿Cuál fue el itinerario y la duración del viaje con billete de ida?

Nuestra intención era recorrer todo el Sudeste Asiático haciendo un circulo desde Tailandia. Al final recorrimos Tailandia, Malasia, Singapur, Indonesia, Filipinas y acabamos en Japón. Hicimos todo esto en casi 9 meses.  

• Dicho esto, ¿qué país quitaríais de la lista y cuál os quedasteis con las ganas de visitar?

No quitaríamos ninguno. Y nos quedamos con ganas de visitar todos los del Sudeste Asiático que nos faltaron: Vietnam, Laos, Myanmar y Camboya.

• ¿Qué lugar del mundo os fascinó?

Creo que de los 6 países, nos quedaríamos con Indonesia, Filipinas y Japón. Son alucinantes, cada uno a su manera. Indonesia es pura naturaleza y es un país que tiene de todo. De Filipinas nos fliparon sus playas, sus paisajes y su gente. Y de Japón, de Japón nos sorprendió todo. Es un país que te deja con la boca abierta todo el rato.

• Entiendo que os habréis juntado con muchos viajeros, pero ¿os habéis encontrado algún viajero de por aquí? ¿Cómo fue el encuentro?

Sí, hemos conocido y desvirtualizado a muchos viajeros: conocimos a Sergio y Silvia, del blog Sin Parar de Viajar, en Bali. En Filipinas pasamos casi un mes con Unai y Carmela, del blog Te lo cuento viajando. Y en Filipinas también nos reunimos con Jairo y Claudia (Mochila Nómada y Solo Ida, respectivamente) y conocimos a Pak Muñoz (Pak goes to) y fuimos con ellos tres en busca del tiburón ballena. Y en Japón conocimos a Vanessa y Roger de Viajeros Callejeros y a David Esteban de Viajarpor.asia.

• ¿Cuál es la anécdota más graciosa que os ha pasado durante el viaje?

En el momento no fue divertido, pero ahora lo pienso y me da la risa.

En Japón perdí un billete de autobús que me había costado 20€ (por un trayecto de una hora) y, aunque tenía el recibo del pago y todo, no me dejaron subir. Estaba en un pueblo al que solo se podía llegar en ese autobús, en coche o en tour. Y por mis narices dije que no volvería a pagar los 20€ del billete así que me puse a hacer autoestop.

Me sentí bastante patética porque nadie paraba. De repente paró una familia que me dijo que iba en esa dirección pero que me dejaría en una estación de servicio cercana. ¿Cercana? Me dejaron como a una hora más lejos del sitio al que yo iba. Y en una estación de servicio en sentido contrario. Me las ingenié para pasar al otro lado de la autopista y estuve buscando a alguien que me llevara. Al final, una señora encantadora se ofreció a llevarme hasta el hostel. Ella no hablaba inglés y yo no hablaba japonés, pero fue un encanto conmigo. ¡Y ni siquiera nos hicimos un selfie para el recuerdo!

• ¿Tuvisteis algún contratiempo en vuestra aventura?

En Indonesia nos caímos de la moto. No fue nada grave, la verdad, pero es el único contratiempo como tal que hemos tenido. Eso y el mal tiempo que sufrimos en la isla de Flores y en Indonesia en general. ¡Nos llovía a cada rato!

• ¿Alguna vez os pasó por la cabeza dejarlo todo y regresar?

Yo quería volver en Navidad para pasarla en familia, pero era carísimo y lo descarté. Y cuando luego se nos pasó realmente por la cabeza, volvimos. Sentíamos que nos hacía falta parar después de casi 9 meses trabajando y viajando.  

• ¿Cómo manteníais el contacto con la familia/amigos?

Principalmente por whatsapp y Skype. Y ellos han podido ir siguiendo nuestro viaje a través de las redes sociales, así que estaban súper informados.

POST BILLETE DE SOLO IDA

• ¿Qué consejos daríais a alguien que quiera hacer un proyecto similar?

Que lo intente, que vale más arrepentirse de algo que has hecho que estar toda la vida pensando qué hubiese sido de ti si lo hubieses probado. Y que se deje llevar.

• ¿Qué reflexiones habéis hecho tras el viaje? Esta experiencia, ¿ha cambiado en algo vuestra vida?

Hemos llegado a la conclusión de que el concepto de viajar y trabajar a la vez está sobre valorado. Tiene muchísimas cosas buenas, pero es agotador. Hemos sentido que cuando no estábamos trabajando, estábamos viajando y, si no, organizándonos. No parábamos nunca. Así que ahora mismo, si volviésemos a hacer un viaje largo, sería sin trabajar.

Y, por otra parte, hemos aprendido que hay que intentarlo. Que los sueños no están por estar, están para cumplirlos. Y nosotros teníamos esta idea en la mente y luchamos y luchamos hasta conseguir hacerla realidad. ¡Ahora a por otro sueño!

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