9 días ingresado en India por una infección en la vesícula

Nunca se me había ocurrido ir a India, pero en 2012 Andoni tenía un primo trabajando en Calcuta y nos pareció buena idea hacer un tour por el norte del país y, de paso, aprovechar para hacerle una visita.

Al final, también descubrimos de primera mano cómo era la sanidad india porque Andoni acabó estando ingresado en India 9 días.

Andoni @mundujr Gonzalo @chalo84 billetes india

Ya me había ido con Andoni de vacaciones el año anterior (Cádiz) y tuvimos que acudir a Urgencias debido a unas piedras en la vesícula, pero nada hacía presagiar lo que iba a acontecer en este que llamamos el #Currytrip.

Por esa razón, y un poco por tranquilizar a nuestras madres, decidimos hacernos un seguro de viaje el día antes de salir a India. ¡Y menos mal! [Haced caso SIEMPRE a vuestras madres.]

La ruta en India fue: llegada a Delhi, Amber, Agra, Pushkar, Ajmer, Jaipur y avión hasta Calcuta. Un tour de 11 días en total. Nuestra intención era proseguir conociendo los campos de té de Darjeeling, visitar Varanasi y volver a casa, pero la cena con mucho curry del día 13 en Calcuta cambió nuestro viaje.

Puerta de la India Delhi

Palacio Hawa Mahal Jaipur

Limpiadora del Fuerte Amber India

Fuerte Rojo Agra vistas Taj Mahal

taj mahal agra india

Primeros días en Calcuta

En Calcuta dormíamos en un hotel céntrico, barato y sin bichos. Todo un logro por ese precio. La única pega era la «cagaducha», pero podíamos vivir con ella. Por las mañanas salíamos temprano a recorrer la ciudad y no volvíamos hasta la noche (aunque anocheciese a las 16:00PM, esperábamos a cenar fuera del hotel y volver para dormir).

En esos escasos 2 días recorrimos el Parque Maidan, el Victoria Memorial, el Indian Museum, la Catedral de Sant Paul, el Mercado de Calcuta y nos perdimos por sus callejuelas.

Parque Maidan Calcuta

Victoria Memorial Calcuta India

Catedral de Sant Paul Calcuta India

Ventanales del Indian Museum Calcuta

Quedamos con el primo de Andoni y con algunos ex-pat vascos que trabajaban en su misma empresa. Decidimos ir al restaurante Peter Cat (no se me va a olvidar el nombre tan fácilmente) y nos pareció una buena idea que eligiesen el menú los que llevaban más tiempo en Calcuta porque «seguro que controlaban más».

Acompañaron los platos con vasos de yogur (uno de los mejores remedios para el picante junto con la leche) y estuvimos toda la cena con el moquillo fuera por el picante. Vamos, que nos pusimos hasta el culo de curry.

Peter Cat Calcuta

Peter Cat curry

El problema comenzó esa noche: Andoni pasó toda la noche vomitando y le dolía la zona de la vesícula. Ya le había pasado alguna vez en casa tras la hazaña de Cádiz y, hasta ahora, lo había solucionado con baños de agua caliente (son vasodilatadores).

Nosotros, con nuestra «cagaducha» no podíamos hacerlo así que decidimos cambiar la excursión a Darjeeling por 3 noches en un buen hotel en Calcuta. Mejor perder Darjeeling que Varanasi.

Nuestro hotel elegido fue el «The Oberoi Grand Kolkata *****» porque tenía bañera para Andoni y piscina para mí. Como no podía ser de otra forma, fue dejar las cosas y salimos disparados cada uno para un lado.

Piscina hotel Grand Oberoi Calcuta

A la hora de la cena, y como Andoni no se encontraba muy bien todavía, decidimos cenar algo en el hotel. Nos sorprendió encontrarnos en el menú una hamburguesa de ternera (las vacas son sagradas en India) y decidimos probar si, efectivamente, se trataba de ternera o nos querían dar gato por liebre (o por ternera).

Recuerdo decir a Andoni: «no sé qué bicho es, pero se parece muchísimo a la ternera. Tanto que puede que sea un hotel tan occidentalizado que hasta sea ternera de verdad».

hamburguesa ternera hotel oberoi calcuta

Andoni se fue a descansar y yo decidí salir a realizar un paseo nocturno cámara en mano. Era relativamente temprano y había mucho movimiento.

reparador electrónico calcuta

Dios en furgoneta calcuta

fiesta en calcuta

Andoni pasó una mala noche y decidió llamar al seguro para explicarle lo que le estaba ocurriendo y nos dijeron que mandaban un médico en 30 minutos. Tras 2 horas de espera, aún no había venido nadie y Andoni decidió llamar a recepción para preguntar si había llegado el médico. Le dolía tanto que no sabía cómo ponerse.

Al poco llegó el médico (Dr. Gautam B. Gosh) y, tras unas cuantas preguntas y unas pruebas, concluyó comentándonos que debería acudir al hospital. 

Visita medico del seguro al hotel de Calcuta

Preparamos una mochila con lo básico para acudir al hospital y sonó el teléfono: llamaban desde recepción avisando de que había llegado el médico. ¡Teníamos en la habitación al médico del seguro y en el hall al médico del hotel!

Ingresado en India

Tras aclarar este entuerto médico, el seguro nos puso un chófer para ir al hospital. De esos que van con traje, con gorra y se levantan a abrirte la puerta. Nos recogió en el hotel y nos dejó en la puerta del hospital Belle Vue Clinic. Nos despedimos de él con un escueto «see you later».

chofer hotel oberoi hospital calcuta

Llegamos al hospital y el registro lo realizó la matrona. Además, no sé si suele ser habitual o no, pero se quedó con el pasaporte de Andoni. Supongo que para tenernos controlados y que no nos fuésemos del hospital (o del país) sin pagar.

registro hospital calcuta matrona

La habitación del hospital era individual, con aire acondicionado, en la última planta del edificio y accesible solo por un ascensor controlado por un guarda. Eso sí, sin WIFI (además de encontrarnos en India, era el año 2012).

habitacion hospital belle vue calcuta

Al poco de llegar me dijeron que iban a empezar con las pruebas y que se quedaba ingresado en India, por lo menos, un par de noches. Llegó su primo a hacerle una visita para pasar el parte a casa. Charlamos un buen rato y se fue.

9 días ingresado en India por una infección en la vesícula

A los 15 minutos salí del hospital rumbo al hotel (no había comido nada desde el día anterior) y coincidí con el primo en la entrada, que estaba esperando a «Praka» -su chófer-, así que me llevaron al hotel. De repente, me encontré solo en India.

Solo en India

Decidí darme un baño largo y relajado en la piscina del hotel. Subí a la habitación, me duché y bajé a cenar. No me la jugué y pedí pizza y cerveza. El de las apuestas raras era Andoni y, bueno, así nos había ido…

cerveza king fisher pizza calcuta india

Llegué a la habitación para coger la cámara y salir a dar una vuelta y justo en ese momento me llamó Andoni. Asustado cogí el teléfono: me dijo que estaba bien, que le habían hecho pruebas y que pronto tendría los resultados. No me llamaba por eso. Acababa de subir el chófer del coche a preguntar si se podía ir a casa. ¡Estaba esperándonos en el hospital desde primera hora de la mañana! ¡Ups!

Yo, en ese paseo nocturno por los alrededores del hotel, realicé la que considero que es mi foto más bonita de todas las que tengo de India (y fueron unas cuantas). El título, «una mirada que refleja una vida».

una mirada que refleja una vida

 – Primera visita al hospital de India

Madrugué para estar sobre las 8:30h AM en el hospital porque tenía que llevarme todos los bártulos (los míos y los de Andoni). Al pedir un taxi, me di cuenta de que mi pronunciación no debía de ser todo lo buena que me imaginaba porque no había forma de que el taxista me entendiese.

Decidí escribirlo en un papel pero el taxista no sabía leer. Al final, entre los gestos y la ayuda de más colegas taxistas, conseguí hacerme entender. ¡Nunca me hubiese imaginado que me iba a costar tanto comunicarme!

Taxis Ambassador Calcuta

Una vez en el hospital, me acerqué al ascensor y tuve problemas con el guarda: ¡no me dejaba subir! Le expliqué que tenía un amigo ingresado, que ingresó el día anterior pero el guarda no estaba por la labor.

Le re-expliqué que mi amigo se llamaba Andoni pero él solo tenía en su lista ingresado a un Antonio (que posteriormente nos dimos cuenta de que era Andoni). Tampoco le sirvió. Le comencé a explicar, bastante apurado ya, que mi amigo tenía una infección en la vesícula.

Ahora bien, ¿cómo carajo se dice «infección en la vesícula» en hindi? ¿y en inglés? 

Seguí con mis intentonas, me la jugué con el «spanglish» y comenzó a reírse. Me di cuenta que «vesicle» (vesícula en inglés) suena muy parecido a «bicycle» (bicicleta en inglés). Mi error consiguió ablandar el corazoncito del guarda y me dejó subir, no sin antes sugerirme que consiguiese una autorización para usar el ascensor. Esa autorización solo la emitía la matrona del registro.

tarjeta acceso ascensor belle vue clinic calcuta

En la habitación me encontré a Andoni bastante preocupado. Me dijo que le hiciese fotos a los medicamentos que le estaban dando, que tenía la balda llena y no le sonaba ningún nombre. Hice fotos a todo y se lo mandamos a su prima, que es anestesista. Nos contestó que todo estaba OK y que se estaba tratando la infección igual que lo hubiesen hecho aquí. Creo que en ese momento, Andoni adelgazó 20 kilos.

Grabamos un vídeo para que todo el mundo supiese que Andoni estaba bien y que yo me encargaría de subir a Internet con el wifi del hotel. Llevaba 2 días sin dar señales de vida y sus amigos más allegados ya sabían algo de lo que le estaba ocurriendo (aunque tampoco lo sabían exactamente) y el resto de conocidos y amigos ni se lo imaginaban.

Tras varios intentos, realizamos una toma «decente» y me fui a dar una vuelta.

Mensaje «tranquilizador» de @MunduJr desde su residencia de verano en Calcuta, la Clínica Belle Vue. (En diferido) #aloborbon #Currytrip

 – Primera excursión solo por Calcuta

Salí del hospital tratando de llegar al hotel por mi cuenta. Andando. No tenía muy claro hacia dónde había que ir, pero siempre voy mirando por la ventanilla y algunas cosas me sonaban. Tampoco tenía miedo a perderme (si me podía llegar a perder más aún) porque llevaba la tarjeta con la dirección del hotel y dinero de sobra en el bolsillo. Eso sí, ¿si me volvía a tocar un taxista que no supiese leer?

Ahora veo que el trayecto entre el hospital Belle Vue y el hotel The Oberoi es de unos 30 minutos, pero yo estuve más de 3 horas dando vueltas. Eso sí, cámara en mano y descubriendo zonas que de otra forma no hubiese visto.

atenta mirada en la siesta calcuta

niños jugando con agua calcuta

Partida india Calcuta

vendedor callejero calcuta

Vendedor gallinas mercado de calcuta

A los 45 minutos de ir andando, me adelantaron 3 chicas y un chico indios. Se rieron, les sonreí, siguieron. Frenaron, les adelanté, rieron y reí. De repente, me empezaron a hablar. Yo, por norma, había empezado a dudar de los autóctonos porque llevaba días con la sensación de que todo el mundo quería hablar solo para acercarse y luego vender.

Las preguntas fueron por los derroteros normales: Que qué hacía allí, que de dónde era y, cuando se enteraron que hablaba español, una de ellas empezó a hablar conmigo en castellano. Estaba aprendiendo porque su «madre» era andaluza (una mujer que pagaba los libros de texto mediante una ONG). Me enseñó su móvil y, efectivamente, tenía un contacto en su agenda llamado «Mama España» (con número español).

Esta chica me recomendó ir a los jardines Victoria, dar un paseo por la zona del mercado, un restaurante que había cerca del hotel para cenar y un puesto callejero con unos «rolls» muy ricos.

Se despidieron de mí con la frase: “nos volveremos a ver, aunque no sea en esta vida”. Pues oye, que se me pusieron los pelos de punta…

 – Rutina diaria en Calcuta

El primo de Andoni me acogió en su casa y me dejaba en el hospital a primera hora de la mañana, camino del trabajo. Estaba un rato con Andoni y sobre media mañana me iba a dar una vuelta. A perderme por Calcuta.

A última hora de la tarde quedaba con el primo de Andoni en la habitación del hospital para despedirnos de él hasta la mañana siguiente e irnos a cenar algo. ¡Así durante 9 días!

Espera sentado India

simple farola india

Ventanilla de autobús indio

Niño pastor mercado del Calcuta

cambio de bombilla de la farola en india

Durante esos días, recuerdo haber probado el «Hot Kati Roll» que me recomendaron el grupo de jóvenes con el que estuve hablando en la calle y me gustó tanto que fui un par de veces.

Hot Kati Roll Calcuta

Otro día, mientras paseaba, me encontré con un souvenir en un mercado que me gustó mucho. Mi madre hace colección de elefantes (dicen que si está con la trompa levantada da buena suerte) y vi una elefanta, hecha de una sola pieza de madera, en la que se veía un elefantito en la tripa. Me paré y comenzó la negociación:

Me pedía 650r (8,5€), pero como en India todo se regatea, le dije que no llevaba encima más de 100r. Evidentemente, me contestó que eso era muy poco, que me lo podía reservar y comprarlo al día siguiente. Se me ocurrió decirle que me marchaba ese día, que era mi última vuelta por la ciudad y le demostré que no tenía más dinero del que decía tener (sí que tenía, pero lo llevaba repartido en varios bolsillos del pantalón y de la cartera y solo le enseñé uno de ellos). Tras un par de amagos de irme, terminó aceptando.

Ama, si lees esto, ya sabes cuánto me costó la elefanta que tienes en el salón.

Mercado ropa Calcuta

Mercado de vegetales Calcuta

Mercado nocturno Calcuta

Mercado de frutas Calcuta

 – Mercado de las flores

Uno de los lugares que más me gustaron de Calcuta fue su mercado de las flores (o Mullik Ghat). La zona cercana al Puente Howrah (símbolo de Calcuta) se llenaba diariamente de vendedores de flores para realizar ofrendas en los diferentes templos (y casas) de la ciudad.

Me perdí en el Mercado de las Flores y sus callejuelas una mañana entera y, a pesar de que es bastante estresante, es digno de ver y visitar.

Vista aérea mercado de las flores Calcuta

Mercado de las Flores Calcuta

mercado de las flores calcuta fotos no

el sudor del portador de flores

Niño mercado de las flores Calcuta

Vendedoras mercado de las flores Calcuta

Flores para ofrendas mercado Calcuta

punto de reciclaje mercado de las flores Calcuta

Puesto verde Mercado de las Flores Calcuta

Perdido en el Mercado de las Flores, aterricé en la zona entre el puente Howrah y el río Hoogly. Puede parecer que es un puente común, pero es uno de los más transitados del mundo: soporta un tráfico diario aproximado de 150 mil vehículos y 4 millones de peatones. ¡Di-a-rio!

Puente Howrah de Calcuta

Pasos desde el río Hoogly

Condiciones para poder volar a casa

Los médicos insistían que con una infección como la que tenía Andoni no se podía volar y la solución que proponían era la operación. Andoni no estaba por la labor. No porque no se fiase de los médicos (los mejores médicos del mundo son indios -aunque ya no viven allí-), sino porque su madre sería capaz de presentarse en Calcuta al día siguiente.

Los días pasaban y Andoni seguía medicándose. Poco a poco la infección iba remitiendo, Andoni se iba encontrando mejor e, incluso, le iban cambiando la dieta (con el posterior cambio de cara y estado de ánimo).

andoni primera comida hospital india

andoni segunda comida hospital india

andoni tercera comida hospital india

Al sexto día, harto ya, Andoni pide la repatriación. Las condiciones que ponían los médicos de India para poder volar a casa (si no había operación y posterior recuperación) eran claras:

  1. Debía ir acompañado de un médico. Siempre.
  2. Debía volar en primera clase. Siempre.

Decidimos hablar con el seguro para que empezase a mover nuestra vuelta a casa con estas condiciones impuestas desde Belle Vue Clinic, pero nos encontramos con un gran problema: la diferencia horaria.

A pesar de que la diferencia horaria entre Madrid y Calcuta era de 3 horas y 30 minutos, en la práctica parecían mucho más. Cuando un seguro quería llamar a otro, aun no habían empezado a trabajar y cuando uno respondía, el otro estaba apunto de cerrar. Vamos, que parecía un partido de tenis. Bueno, frontenis.

espera hospital india problemas seguro

Todo se alargó tanto que yo perdí mi vuelo de vuelta desde Delhi (en realidad lo dejé perder por quedarme cuidando y acompañando a Andoni) y tenía toda la pinta de que iba a llegar tarde a trabajar (y al final así fue).

A los 3 días, llegué a la habitación y vi a Andoni cabreado como no lo había visto nunca. Esperó a que diesen las 8:00h de España, cogió el teléfono y se puso a hablar con unos y con otros. El problema de tanto retraso era porque el seguro no era capaz de encontrar un médico que nos acompañase hasta Bilbao con tan poco «margen de maniobra». Ni que estas cosas se pudiesen planear…

Al final del día, Andoni ya había comprado los billetes para nuestro regreso a casa al día siguiente (Calcuta > Delhi > Frankfurt > Bilbao) y había firmado el alta voluntaria.

Felicidad, pero incertidumbre, nervios y responsabilidad a partes iguales.

Repatriados

Como el vuelo rumbo a Delhi salía relativamente temprano, decidí llevar todos los bártulos al hospital y dormir en el sofá de la habitación de Andoni (tapado con una #mantadeabuela).

chalo84 dormir hospital calcuta

Antes de salir del hospital, tuvimos que pasar por el despacho de la matrona a recoger el pasaporte de Andoni. Como se encontraba muy débil, tuve que cargar a la espalda mi mochila grande, en mi pecho la mochila grande de Andoni, al hombro mi mochila pequeña y en la mano la mochila pequeña de Andoni . Él se encargaba de sus informes, sus ecografías -que abultaban bastante- y de una botella abierta de jarabe rojo que llegó hasta Ataun (en casa la tiró, solo quería saber si iba a llegar).

En la puerta del hospital nos estaba esperando un chófer para llevarnos al aeropuerto de Calcuta y, en la puerta del aeropuerto, nos esperaba un trabajador con una silla de ruedas. A pesar de que Andoni se negó porque podía andar perfectamente, nos dijeron que cumplían órdenes y que tenía que sentarse.

La silla de ruedas fue una buena forma de saltarnos las colas (tanto de facturación como, sobre todo, de seguridad -nos fuimos por una entrada lateral del control y fue mucho más laxo-).

A pesar de que en el aeropuerto de Calcuta descubriese cómo era una auténtica fila india (#chistaco), lo asombroso fue lo que nos ocurrió en Delhi.

fila india aeropuerto india airindia

 – Business Class en un «Boeing 787 Dreamliner»

Poco tuvimos que esperar en Delhi hasta embarcar con destino a Europa. Tras pasar el control, un agente de seguridad nos separó. Traté de explicarle que Andoni no se encontraba bien y que me necesitaba a su lado (aunque sabía que estaría bien), pero no me entendió (o tampoco quiso hacerlo).

Se llevaron a Andoni en silla de ruedas, empujándolo por un pasillo.

Andoni silla de ruedas Delhi

Yo me quedé con el resto de viajeros hasta que llegó la hora de embarcar: todos se fueron a «Economy Class» y yo entré en «Business Class». Mi primera (y única) vez hasta el momento.

Me recibieron con una copa de champán que cambié por un vaso de zumo de naranja.

Business Class Boing 787 Air India

Me senté en mi asiento y miré por la ventana. Al fondo, esquivando los aviones allí aparcados, descubrí una furgoneta que se dirigía hacia nuestro avión. No le di más importancia hasta que paró, abrió el compartimento trasero y apareció Andoni en silla de ruedas. Y, lo más curioso de todo es que hicieron transbordo y le subieron a un elevador para evitar subir las escaleras del avión.

Andoni entró al avión por una puerta que se encuentra pegada a la cabina de pilotos, justo enfrente de la que usamos el resto de los mortales… ¡Menudo espectáculo!

Andoni ambulancia elevadora aeropuerto delhi

Andoni llegó, se sentó y me contó sus aventuras. Estaba contento porque es un enamorado de los aviones y estaba montado en un Boing 787 (ese modelo de avión tenía muy pocos vuelos comerciales a sus espaldas y era uno de los más modernos del mundo), porque podía descansar por fin y porque aun conservaba el jarabe.

Cuando vinieron a ofrecerle champán, Andoni pidió otro zumo de naranja y se quedó unos minutos mirando por la ventanilla. En silencio. A pesar de que el viaje de vuelta fuese de más de 24 horas, todo parecía que acababa.

zumo de naranja business class boing 787

Andoni ventanilla Boing 787

En cuanto despegamos y nos estabilizamos, Andoni pudo pedir un té. En ese justo momento vi en su cara que ese era el momento más feliz en muchos días… 

Andoni taza té boing 787 Dreamliner delhi

Yo, después de ver un par de películas y jugar un poco a la consola (sí, la Business Class del Boing 787 de Air India tenía consola), decidí dormir un poco.

Lo bueno de la Business Class es que puedes dormir totalmente horizontal. ¡Qué fácil se acostumbra uno a lo bueno!

dormir Business class Boeing 787 Dreamliner

 – Problemas con el seguro

Al llegar a casa y pasar los gastos del viaje de vuelta al seguro para que se hiciesen cargo, empezaron los problemas. Por Andoni el seguro de viaje respondía pero, hablando de mí, ¿por qué no había vuelto en mi vuelo desde Delhi? ¿Por qué había tenido que volar en Business Class?

Al final, el seguro entró en razón y se dio cuenta de que Andoni no podía volar solo desde Calcuta (3 vuelos y más de 24 horas de viaje de vuelta). Necesitaba alguien con él continuamente, por si le pasaba algo, para que le transportase las maletas, etc. ¡¡Mi función, además de la de cuidador que tenía que ir con Andoni, fue la de porteador de maletas!!

¿Fin de la aventura? ¡Todavía no!

Si parecía que se había acabado la aventura después de 9 días ingresado en India, estábamos muy equivocados. Tras una visita a Urgencias, ¡Andoni pudo decir por fin que sus problemas con la vesícula habían terminado! RIP BICYCLE!!

Operación vesícula Andoni Euskadi Osakidetza


· Seguro de viaje IATI: 5% descuento en tu seguro de viaje

6 Respuestas a “9 días ingresado en India por una infección en la vesícula”

  1. Cuando vi el número de fotos me dio un buen susto, pero oye, se ven muy amenas (probablemente porque la mayoría son preciosas). Si te soy sincera, no daba un duro por un post que hablaba de una colecistitis pero al final me lo he leído entero. ¡Muy bien escrito Gonzalo!

    1. Yo también me asusté, pero me gustaba que nuestra super experiencia estuviese lo más acompañada posible. Me alegra verte por aquí y oírte que te ha gustado… :) :)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

quince − seis =